Capitulo 3: Hermanastros.

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Nicole.  ( 3 horas antes)

—Basta, Gabriel, no me gusta esa actitud.—Lo empujé levemente.— Somos hermanos, suéltame.

—¿Acaso tenemos los mimos padres o las mismas madres? No, no somos hermanos.—Me tomó fuertemente de la cintura y me pegó a él.— Solo que a mi papá se le dio por coger con tu mamá. Eso no nos hace hermanos, guapa.

—Para mí sí lo somos.—Me alejé.—Y si sigues así , me voy a casa.

—Uy, que delicada, como si fueras virgen.—Rió sin gracia.— ¿Crees que no vi como te miraba el tipo de allá?

Me giré a ver lo mismo que él, y efectivamente, un chico me miraba con una sonrisa. Yo lo ignoré y quise salir del lugar, pero nuevamente me tomó del brazo y pegó su pecho a mi espalda. Pude sentir su miembro rosando mi culo, y eso bastó para hacerme explotar.

—¡Dije que me sueltes!.—Lo empujé con todas mis fuerzas, provocando que chocara con una chica alta, con cabello corto y tatuajes.—Lo siento mu...

—¡¿Que te pasa pendeja?!.—Le gritó mi hermanastro a la pobre chica que solo estaba parada sin decir nada. No se veía asustada.—¿Sabes cuánto cuesta?.—Intentó agarrarla del brazo, pero ella fue más rápida y lo esquivó.— ¡Quiero que la limpies!

—¡Fuiste tú el que chocó conmigo ! Supéralo y déjame en paz.—Dijo la pelinegra y salió del bar.

—¿Cree que estoy jugando?

—Gabriel ya, déjalo así, mejor vámonos a casa.—Le pedí pero fue muy tarde, el ya estaba afuera discutiendo nuevamente con la misma chica.

—¡Gabriel déjala! .—Intenté ponerme en medio,pero ella me hizo a un lado.— No se peleen , porfavor.

—¡Cierra la maldita boca!.—Me gritó Gabriel haciéndome retroceder unos pasos.

—No le hables así, cabrón.—Lo empujó tratando de defenderme.

Dios, las discusiones siempre me ponían nerviosa. ¿Que debía hacer?

—¡SUÉLTALA CABRON! .—Escuché una voz masculina. Me giré para saber de quien se trataba.

El chico venía acompañado de una chica pelicastaña, alta, tez blanca, ojos de un color azul precioso, y unos pocos tatuajes en sus brazos. Me puso nerviosa en cuanto me vió.

(3 horas después)

Según yo era 100% hetero, pero, ¿quien soy yo para negarle un besito a una chica tan atractiva?

El frío viento chocaba contra mi rostro , a pesar de tenerlo recargado en su hombro, hacía mucho frío.

Me daba más frío ver como ella solo llevaba unos shorts y un top. Llevaba un camisa aparte muy delgada de manga larga, pero no era suficiente.

Yo llevaba vestido, pero traía un saco y medias, ella venía muy descubierta.

—¿No tienes frío ?.—Le pregunté cuando paramos en un semáforo.

—En realidad no, ¿tú si?.—Me miró por el espejo de la moto y yo asentí mientras me abrazaba más a su espalda. Soltó una risita y arrancó.— Ya casi llegamos.

No tenía ni idea a donde me llevaba, y no se si era por el alcohol en mi cuerpo, pero no me importaba en lo más mínimo.

Victoria.

Nunca había traído a alguien a este lugar. Por lo normal, siempre venía sola, para distraerme y escapar un poco de la realidad. Pero ella me daba confianza, y tenía la necesidad de mostrárselo (el lugar también)

la miré cuando sentí su cabeza recargada en mi hombro.

—Es muy lindo este lugar, ¿porque me trajiste aquí?.—Me preguntó sin mirarme, sus ojos recorrían el pequeño bosque desde la cabaña con delicadeza.

—No lo sé.

Y realmente no tenía una respuesta. Necesitaba algo de compañía por ahora.

—Es mi hermano.—Dijo después de unos minutos de cómodo silencio. Me volteo a ver, y yo la miré sin entender.— El chico con el que se peleó Mauro, es mi hermano.

—Creí que eran pareja.—Acaricié su mejilla.—Es un idiota, sin ofender.

—No, no te preocupes.—Su mirada bajó a mis labios y sonreí.

—Me ves como si quisieras comerme a besos.—Dije con un tono divertido.

—Probablemente si quiero.

Se abalanzó sobre mí, dejándome de espaldas contra el pasto, mientras se mantenía sentada ahorcajadas sobre mí, repartiendo besos por toda mi cara y cuello. Me hacía cosquillas.

—Basta,basta.—Le pedí entre risas, pero no paraba. Aproveché la oportunidad y pegué mis labios a los suyos, distrayéndola. Cuando dejó de forcejear, tomé sus dos muñecas y le di la vuelta, quedando yo sobre ella , con sus manos sobre su cabeza.— Yo tengo el control ahora.

—No me quejo.—Me sonrió.— Tengo buena vista.

Sentí sus manos apretar mi cintura un poco, balanceándome sobre ella a su antojo.

¿Desde cuando eres tan sumisa ?

—¡Ey! Yo tenía el control.—Me quejé intentado no moverme, pero el leve placer que sentía solo con roces me lo impedía.— Suelta.

—Bien.—Me soltó y se dio la vuelta, dejándome sentada sobre su culo. Yo sonreí y me recosté sobre su espalda.

Nunca había tenido este tipo de confianza. Era extraño, pero cómodo. Su culo se veía algo apretado gracias al vestido que llevaba. Hice su saco a un lado, dejando a la vista su vestido.

Moví mis caderas hacia delante, rosando mi entrada con sus nalgas. Sentía mi centro palpitando y ahora más gracias a los jadeos que soltaba con cada movimiento que yo hacía contra ella. Me sentía bien.

Quería comérmela ahora, aprovechando la confianza y lo caliente que estaba.

Bajé mi mano hasta tocar sus bragas. Estaba mojada.

Sonreí y me incliné para dejar un beso sobre su nuca descubierta.

Pero como siempre, nada dura toda la vida.

Mi teléfono comenzó a vibrar.

—Hi, ¿quien habla?.—Nicole me miró atenta por encima de su hombro.

—Lo siento tanto, intenté no dejarme llevar, pero no puedo. Te amo.

¿Mamá?.—Me puse de pie con mi corazón en la mano.

Perdóname, no soy yo.—Fue lo último que dijo antes de colgar.

—¿Todo bien? .—Me preguntó con un tono de preocupación siguiéndome hasta mi moto.

—Me tengo que ir.—Me puse mi casco y me subí.

—¿A donde? No me puedes dejar aquí, no conozco nada.—Yo la miré. Tenía razón.

Mierda.

—Vendrás conmigo.—Le pasé el casco y esperé a que se subiera.

¿Que hiciste ahora, mamá?

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OLI

FELIZ NAVIDAD PARA TDOS UDTEDES🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳

perdon por tardar tanto.

les kiero

Baiii

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Love story. (Young miko) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora