Cap 6: Viri.

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(una semana antes )

Victoria.

La dejé en el lugar donde ella me lo pidió y volví a casa, cerré muy bien las puertas. Hasta muebles había puesto para evitar que alguien entrara o saliera.

Me recosté sobre el sillón, extendiendo mis pies sobre este para mayor comodidad y dejé caer mi cabeza sobre mis brazos.

Tenía tanto que pensar, que no pensaba en nada. Realmente no sabía que hacer. No era la primera vez que mamá los dejaba solos por una idiotez, pero no podía evitar seguir sintiéndome perdida.

La amaba y la odiaba a la vez.

A pesar de todo eso, la presencia de Nicki me hizo bien, me ayudó a liberar un poco la tensión y planeaba volverla a ver. Pero no ahora, ahora necesitaba estar sola con mis hermanos para acomodar nuevamente nuestras vidas.

Me levanté, y caminé hasta que llegue a su habitación. Ambos estaban profundamente dormidos. Susana abrazaba a su hermano por el pecho, mientras Juan la abrazaba por los hombros con el único brazo que podía.

Mañana hablaríamos de cómo sucedió todo, por ahora solo teníamos que descansar y dejar que nuestras emociones se acomoden un poco.

Me recosté en la cama de Juan, tapándome con una delgada manta ya que ellos ocupaban las dos grandes.

Cerré mis ojos y dejé de pensar. Me costó, pero logré quedarme dormida.

{...}

Sentí un fuerte escalofrío recorrer mi cuerpo, la ventana estaba un poco abierta. Quise ignorarlo y seguir durmiendo, pero unos golpes en la puerta me interrumpieron.

Di un salto fuera de la cama. Caminé lentamente hasta la puerta y tomé un sartén de el fregadero.

—¿Vicky?.—La voz de Mariana me hizo soltar un suspiro de alivio al saber que no se trataba de Mamá.— Acho, abre la puelta, me estoy congelando acá afuera.

—No pensé que fueran a venir.—Dije abriéndoles paso para que se entraran.

—¿Pensabas hacer el desayuno?.—Preguntó Mauro apuntando el sartén en mis manos.

—Podría comer, no desayuné muy bien esta mañana.—Mariana dejó su abrigo sobre el sillón, mientras su mirada examinaba el lugar. Dejé el sartén en su lugar y volví a la sala con ellos.— ¿Hubo un temblor y no me enteré por borracha ?

—Ehh.—Intenté acomodar un poco nerviosamente, ellos lo notaron.— Juan perdió algo y lo estuvimos ayudando a buscarlo.

—Mjm.—Obviamente no me creyó.— ¿Y tú mamá ? Ayer estabas saltando de emoción porque volvió, ¿sigue dormida?.—Se sentó en el comedor y me miró atenta.

—E-Ella...Fue a hacer las compras.—Menti.— Se nos acabaron algunas cosas y fue por ellas, vuelve mas tarde.—Abrió la boca para decir algo, pero la interrumpí.— ¿Tienen hambre?  Tengo estofado de ayer.

—Victoria...

—¡Yo si!.—La volvió a interrumpir Mauro, acercándose a la cocina para oler la comida, como era su costumbre.—Usss, huele delicioso.—Dijo sacando la comida del refrigerador.

Lo calenté mientras Mauro se quejaba de la chica con la que se fue y Mariana solo me miraba un poco seria. Sabía que algo me pasaba, siempre lo sabía.

Por otro lado Mauro era más relajado, casi nunca se fijaba en nada.

—¿Les sirvo?.—Pregunté, con un plato en mi mano, dirigiéndome a la estufa.

Love story. (Young miko) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora