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Luffy ya estaba empacando sus cosas para regresar a su casa, pues tenía que volver antes para comprar todo para su nuevo ciclo escolar.

Les juro que me imaginé a Dragón tipo "¿disculpe tiene etiquetas de piratas? " "¿a cuanto la mochila roja?

Ace,también tenía que empacar, pero el lo haría cuando Luffy se fuera.

-Ya está todo listo?-pregunto Dragón

-Si, solo debo de despedirme-dijo en un tono algo triste

Luffy entró a la casa y abrazo a Ace, sabía que no era para siempre, sin embargo así se sintió para el.

-Ya no llores, recuerda que puedes hablarme cuando quieras

Luffy asintió y después se subió al auto.

Luego de que se fue Ace comenzo a guardar sus cosas en poco tiempo llegaría Shanks para llevarlo a el y a Makino a la ciudad.

-Ya está todo Ace?-pregunto Makino tan tranquila como siempre

Ace asintió, en poco tiempo llegó Shanks guardo todo en la cajuela y se fueron.

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Para cierto rubio el regreso de Luffy lo ponía tan feliz, pero de cierta forma le producía algo de ansiedad.

-¿Y si se molesta porque solo le hable una sola vez? ¿Me seguirá queriendo? Que cosas digo obvio que me quiere ¿verdad?

Ivankov quien cuidaba de Sabo hasta que Dragón volviera de traer a Luffy escuchaba a Sabo tan preocupado, sabía a la perfección el porque era muy obvio, solo lo miraba paseando por la habitación, revisando en la ventana cada que se escuchaba un carro pasar.

Finalmente Dragón llegó, para la buena suerte de Sabo, Luffy estaba dormido

—Sabo? Que haces despierto?

—Yo quería esperar a Luffy, pero veo que ya se durmió

Dragón asintió y llevo a su hijo a su habitación, mientras que el rubio se despedía de Ivankov para irse a dormir también, mañana tendría que hablar con su hermanito y aún no se sentía seguro con su elección.

—Que te preocupa tanto?–pregunto Dragón, pues si bien sabía que su hijo estaba actuando extraño aún no sabía la razón.

—Yo...–Sabo agachó la cabeza y después suspiro—no es nada, solo estoy sobre pensando muchas cosas a la vez

El hombre peli negro sabía que el no estaba diciendo la verdad pero no lo forzaría, dejaría que el decida hablar cuando se sienta cómodo, así tenga que pasar días, semanas o meses, dejaría que Sabo se acerque con el o con alguien de confianza para resolver lo que sea que lo este afectando.

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Al día siguiente Ace fue a buscar a Marco.

—¡Ace! ¿Me extrañaste?

—No–mintió

Marco se recargo en la pared a lado de Ace y pregunto:

Amor de hermanos...o entre hermanos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora