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By Tom

De una cosa estoy seguro.

La tal Emily me odia.

No es que la conozca ni nada, o que la haya ofendido, simplemente me doy cuenta por la forma en la que me miró el otro día, su mirada de odio, asco y quizá envidia.

¿Respuesta?

No lo sé.

Su mirada se volvía furiosa cada que veía interacción entre Bill y yo, ella lanzaba un mirada fugaz.

Toque la puerta de la gran mansión, en estos días con Bill he notado que es un idiota, solo porque está enamorado se vuelve débil y tierno ¿Dónde quedó el Bill a la defensiva? Tal vez se lo robaron, porque el Bill que he estado viendo solo es un imbécil enamorado, empalagoso que solo quiere atención mi atención todo el maldito tiempo...y...logra obtenerla.

-Él señor Kaulitz no se encuentra en este momento.- una mucama atendió a la puerta.

Negue con una sonrisa seductora.

-Busco a la señora Emily.

Ella asintió sonrojada y me dejó pasar, me senté en un sofá esperando a la rubia. Necesitamos cosas que aclarar, algo me dice que ella y Bill tuvieron algo y por eso sus miradas.

-¿En qué te puedo ayudar?- la rubia entro a la habitación, un vestido color beige pegado a su cuerpo, tacones negros y esos sexys labios rojos que se carga la muy anciana.

-Quiero aclarar unas cosas contigo.- se señale con la mirada que se sentará en el sillón frente a mi.

-Me parece que yo no tengo nada que aclarar contigo, Tim.- dijo cruzada de piernas y una mirada desafíante.

-Es Tom, preciosa. Aún que...si necesito hablar, no sobre mi...si no sobre Bill....

-¿Bill?- inmediatamente se formó una sonrisa rara en su rostro.

¿Qué le pasa?

-Así es, me he dado cuenta que en cada interacción entre mi amor y yo tu nos lanzas una mirada...¿Cómo decirlo? Ah, Celosa.- finalice con una sonrisa perturbadora.

Su sonrisa tembló por un momento pero rápidamente se compuso, ahora en una forzada.

-No sé de qué hablas querido.

-Vamos Em, dime lo que me tengas que decir, no trates de ocultar nada.

-Hablo en serio Tom, no se de qué me hablas, yo únicamente trato de...cuidar a Bill.

-Entonces, si lo trataras de cuidar ¿Por qué cuando tú y yo nos acostamos terminaste gimiendo su nombre como una perra?

Si, lo recordé.

Sabía que conocía a Emily de algún lado, y haciendo memoria fue con ella con quién me acosté hace mucho tiempo ¿Cómo olvidarla? Usaba el mismo labial rojo.
Un poco perturbador el hecho de que en vez de gemir mi nombre haya gemido el de un menor de edad, casualmente llamado Bill.

-¿Lo recuerdas?- susurro con una voz inaudible.- ¿Al fin recordaste que era yo?

-Si, normalmente no recuerdo con quién me acuesto pero tú, querida, eres imposible de olvidar. Entonces dime ¿Qué tienes con Bill?- finalice inclinándome hacia ella.

-¿Quieres la verdad?- asentí.- Bill y yo estuvimos en una relación durante vario tiempo.- ¿Por qué no me sorprendió lo que ella dijo?

-¿Cómo siquiera te paso por la mente? Bill es un niño.- le dije a lo que ella peino su rubio cabello con nerviosismo.

-Lo sé Tom, pero eso es lo que lo hacía más...excitante.- comenzaba a molestarme su actitud, pero por ninguna circunstancia dejaría que ella lo supiera.

-Me das asco.

-No lo digas así, tu sabes que Bill es la perdición humana, para cualquiera. Tú mismo estás con él por eso. Bill es simplemente una belleza.

-Lo es.- asentí.- pero ¿Tú? Tú no eres nada y aún así estuviste con el, no lo entiendo...- admiti confundido.

-Él estaba enamorado de mi, Tom. Tal vez aún lo esté.

Negue rápidamente.- Él ahora está enamorado de mi.

¿Lo está, Bill realmente está enamorado de mi? Quiero creer que si.

-Si estuviera tan enamorado tuyo, no se pondría nervioso con mi presencia, con mi voz...con mis caricias.

-¿De qué hablas?

-¿No te lo contó?- finjio estar sorprendida.- Él entro a mi habitación por la madrugada...

-Mientes.- gruñí.

-No, se recostó junto a mi...paso sus finas manos por mi cuerpo...

-Deja de inventar cosas.- No, Bill jamás haría algo así, él me...ama.

-Beso mis labios...

Me levanté bruscamente ante ella, copio mi acción mirándome desafíante.

-¡Basta!

-Mi niño, sabe muy bien como satisfacer a una mujer como yo. Un idiota pobretón con tú jamás le interesaría.

-¡Eres una maldita zorra!- grite furioso mientras le empujaba violentamente.

Ella callo de culo, pero ahora eso es lo que menos me importo.

-¡Déjala!

Me volteé a ver en un rápido movimiento, Bill me empujó fuertemente hacia la pared, aún que su fuerza no fue suficiente para hacerme caer, me recargue intentando aliviar mi respiración.
Bill se agachó para levantar a Emily y abrazarla fuertemente hacia él.

-¿Qué mierda Tom?- me preguntó tomando a Emily de los hombros para asegurarse de que esté bien.

Estúpida, había comenzado a llorar, manipulando a mi chico.

-No lo entiendes Bill.- asegure.

-¡No lo entiendes tú! ¿¡Cómo se te ocurre empujar a una mujer!?

-¡Ella no es lo que crees!- grite intentando acercarme, el en respuesta gruñó hacia a mi como si fuera un lobo.

-¡Tú no eres quien creo!- me miró decepcionado.-¡Sal de aquí y no te atrevas a venir hasta que pienses en lo hiciste!

-Bill...- el negó con la cabeza y señaló a la puerta.

-No te quiero ver Tom, tú no tienes el derecho de lastimar a alguien que yo quiero, Emily es importante para mí y tú...la dañaste y la hiciste llorar. Imbécil.

-Vendre, y te lo explicaré todo Bill, no dejes que ella te manipule.

El me dio una mirada confusa antes de que yo saliera corriendo.

¿Qué había hecho?

Empujado a la zorra y hacer que Bill se enfade conmigo, empeorar las cosas.

Después de estar corriendo llegué a la tumba de mi hermana, me arrodille frente a ella y susurré con voz cansada.

-Ayudame, ya no se que hacer...

Fuego En La Sangre [Toll] (Twc NR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora