Fuego En La Sangre [Toll] (Twc NR)

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By Tom

Mi subconsciente no me dejaba en paz.

Quizá pedirle a Bill que fuera mi novio era mucho, quiza mirarlo dormir era mucho. Yo no lo quiero, solo quiero verlo sufrir, no quiero que me mire con esa mirada cargada de amor con la que me vio antes de dormir, no...yo quiero que me tenga odió, que me odie con todo su ser, así como yo lo odio a él y a su familia.

Fui estúpido al siquiera poder pensar en que él me gustaba, en abandonar todo y empezar con él.

Pero, Bill, joder, fue su cara la que me confundió. Sin duda Bill era la tentación hecha hombre, con un cuerpo precioso, con su piel de porcelana y ese cuello tan fino y elegante que se carga, pálido. Bill es una joya, es el premio gordo para cualquier maricon, incluso al hombre más hetero del mundo Bill le llamaría la atención, pero no a mí, Bill es única y exclusivamente para mí plan.

Hoy por la mañana me dirigió una mirada tan dulce que me dieron ganas de vomitar, como si de verdad me quisiera, a mi, el pobretón. Después durante el desayuno improvisado se reía como un imbécil cada que me veía, con sus mejillas sonrojadas y la sonrisa ensanchada a más no poder ¿Pero que le pasaba? Ese no era el mismo Bill que desprecia a la gente.

Pero algo tenía que amar, aparte de mi...claro

Y era ella.

Al llegar a la mansión Kaulitz y que esperábamos a que nos abrieras, salió una sexy rubia, para mí mala suerte está rubia y Bill se comían con la mirada.

-Em...- dijo Bill después de que procesará la bienvenida que ella nos daba.

¿Em?, como ¿Emily?

Ufff, ese nombre me recuerda a una chica con la que estuve en la cama hace dos años, era una fiera, primero caliente y después del sexo mimosa, desgraciadamente no lograba recordar su cara, solo sus dulces gemidos.

-Pequeño...- soltó con sus carnosos labios rojos, un color muy bonito en ella.

-Bueno, Yo soy Tom, buen día. ¿Nos permites pasar?- ella se me quedó mirando intensamente y luego asintio. No tenía idea de dónde habían salido esas palabras, solo se que cuando las dije por fin solté el aire que no sabía que estaba conteniendo.

Con mi mano en la estrecha cintura de Bill, caminamos directo a la mansión, a la enorme sala de estar, donde estaban esos hermosos y jodidos sofas super cómodos.

-Cariño...- dijo Simone cuando vio a Bill junto a mi al entrar a la sala, se levantó del sofá y camino hacia el con preocupación y un poco de enojo.

-Hola madre.- Saludo incómodo Bill, solté su cintura y dejé que Simone lo abrazara fuertemente, bill me fulminó con la mirada antes de corresponder al abrazo de su madre.

Solté una risa discreta y carraspee la garganta.

-Hola Simone.- Sonreí al ver su cara de desagrado en mi.

-Thomas.- Dijo cortante, soltó a Bill y lo hizo sentarse en uno de los sofas, yo me senté a su lado abrazándolo por los hombros, estaba un poco tenso,Simone se sentó enfrente de nosotros con la rubia a su lado, quién hasta el momento había permanecido callada.

-Em, no sabía que habías vuelto.- dijo Bill ante el incómodo silencio que se había formado.

-Volvi está mañana, tu madre me llamo por un pequeño inconveniente contigo.- dijo bebiendo de su té.

- Así es Bill, tu situación no es normal. Mírate, tienes a este...hombre a tu lado pero también tienes un compromiso esperándote, debes arreglar las cosas. Solo Emily te podía ayudar, ya sabes, como en los viejos tiempos.

Me quedé mutando a Bill esperando su respuesta, él solo miraba en silencio a Emily, pero ella no lo veía a él, Emily me miraba a mi, me miraba con odio y tristeza, loca, ni que yo la conociera.

-Cancelare el compromiso, Sadie y yo no nos queremos, ella tiene pareja al igual que yo.- Simone se llevó la mano a la boca, negando la cabeza repetidas veces.

- Pero...se veían tan enamorados el día de la propuesta, no puede ser esto posible.- nego como si fuera la mayor atrocidad de la existencia.

-Actuabamos mamá, nada fue real, Sadie y yo solo somos amigos, ella acepto para hacer feliz a sus padres y yo solo lo hacía por ti. Aún soy joven para un matrimonio.- Bill tomo mi mano apretándola tan fuerte que quise soltar un jadeo del dolor.

-Yo amo a su hijo.- mentí - quiero estar con él.- le dije a Simone, ella pareció no aguantarlo y salió corriendo de la habitación.

-Se le pasará.- dijo Emily, Bill la miró y asintió.

Esta claro que estos dos tienen mucho de que hablar, sus miradas lo dicen todo.

-Bueno amor, es hora de irme.- no sabía de dónde me había salido el apodito, pero a Bill pareció gustarle por la forma en la que me sonrió y sus mejillas se sonrojaron.

-Si tommy.- me llevo hasta la entrada, lo tome de la cintura y lo bese de la manera que nunca había besado a nadie. Lo bese con dulsura.

Bill solto un pequeño gemido de gusto, nos separamos y me fui de allí.

No sin antes lanzarle una fugaz mirada a la rubia que nos miraba celosa.