Capítulo 2

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Cada día es un martirio, ahora no solo tengo que sopotar al idiota de Carlos insultándome, sino que ahora tengo que aguantar ver a mi mejor amigo y a la chica que me gusta juntos, y lo peor es que hacen una pareja perfecta, se ayudan, se comprenden, hacen todo juntos; ya llevan mas de 2 semanas y ni siquiera tengo la esperanza de que se separen, porque parece que nunca lo harán.

Y no solo es eso, sino que ahora ya casi ni hablan conmigo, ahora solo hablan el uno con el otro; es como si fueran los únicos en el mundo, no interactúan con nadie mas.

¿Cómo es posible que Humberto, el chico que ha sido mi mejor amigo desde hace 7 años, se olvide de mi por una chica? Es como si ya no existiera, no solo para Almendra sino hasta mi mejor amigo se olvidó de mi ¿Dónde quedaron todos esos años de juegos, cómo se pudo olvidar de mi?

Hoy (como siempre), me despertó Carlos; pero noté algo extraño, Humberto (que es mi compañero de cuarto) no estaba en su cama. Le pregunté a Carlos dónde estaba, pero él me dijo que había salido como a las 6:00 am. con Almendra a dar un paseo; seguía con lo mismo, ya ni lo veía en la mañana (lo que faltaba). Sabes que eso va en serio cuando Humberto se levanta a las 6:00 am. por una chica.

Una hora y media más tarde (justo antes de comenzar el colegio) llegaron Almendra y Humberto, pero para mi sorpresa, Almendra se acercó a hablarme.

- Tengo que decirte algo ~ dijo muy decidida  ~

- A la hora que te das cuenta de que existo  ~ respondí un poco molesto ~

- Es en serio, es algo importante ~ dijo seria ~

Pero cuando estaba a punto de decirme, sonó la campana que significa que es hora de comenzar la primera hora, así que me dijo: Mejor te cuento en el recreo.

Pasé las siguientes 3 horas de clase tratando de contener mis pensamientos, pero no podía evitar pensar en lo que me podía decir. ¿Y si ella ahora me quiere a mi?, ¿y si ya no quiere nada con Humberto?, no podía hacerle eso a mi mejor amigo, tenía que ser fuerte, pero sabía que si ella me decía eso yo no podría decir que no.

Llegó el recreo, pero no debo ilusionarme ¿y si sólo quiere hablar de temas normales? 

Ahí estaba ella, tan linda como siempre, se estaba acercando a mi, era el momento, me diría que le gusto y que quiere dejar a Humberto, estaba tan feliz. 

Al llegar a mi, me dijo de frente: ¿Qué le puedo dar a Humberto cuando cumplamos 1 mes?

Yo me desilusioné, ¿cómo pude haber pensado que ella iba a dejar a Humberto por mi?, ¿cómo pude ser tan tonto para ilusionarme por un simple "te tengo que decirte algo"?, un poco mas y ya pensaba en cómo se llamarían nuestros hijos, o si nos llamarían "Almestián" o "Sebalmendra". ¿Por qué me ilusiono tan rápido?

Durante el resto del recreo ella no paró de hablarme de lo cariñoso y detallista que era Humberto con ella; si hay algo peor que, que la chica que te guste no te quiera, es que además de eso te cuente todo lo que hace con su enamorado.

Quería pararme e irme, pero sabía que si lo hacía, la perdía como amiga, y no quiero perderla; si no puedo ser su enamorado, al menos puedo ser su amigo.

Cada palabra que decía sobre él era como un suave puñal por la espalda, que aunque dolía, tenía que soportar para no perder su amistad.

Se acercaba el 1er mes de Humberto y Almendra, cuando...  

¿Cómo me quito la máscara?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora