{ Forty-eight} kaulitz!!

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 ⁠෴⁠ Tom ෴⁠ 

Al llegar al hotel en donde nos hospedamos todos los chicos y yo , salí de mi auto dejándolo en el estacionamiento y me dirijo al hotel metiendo me en el asensor y presionando los botones para el piso donde está la habitación en la que he  dormí este tiempo . Embozando una gran sonrisa después del espectácular  regalo que me dio Hannah.

Maldita sea es que Hannah sabe cómo complacer a un hombre .

Todas las posiciones que hicimos que no se de donde la saco " si que era atrevida " ni yo me atreví a hacer eso con heidi en el tiempo que he estado casado , bueno es otro tema. Cada gemido , jandeo , maldiciones , movimiento, rasguños , suspiros , besos , orales " mamadas " entre otros que Hannah me hacían era el maldito infierno.

Dios ella sabe cómo prenderme .

Salí del asensor sonriendo para mí misma caminado por el pasillo hasta llegar a la puerta de mi habitación sin hacer mucho ruido para que la loca de Heidi no se despierte y empiece con su estupido interrogatorio. Pase la tarjeta y la puerta se abrió estre lo más cuidadoso posible, cerré la puerta y...

— ¡¿ Donde estabas Tom ?! — mierda, pegue un brinco del susto ,  su voz llena de molestia , frustración , curiosidad , gire sobre mis talones y si está frustrada ¿ A mí que ?

Teniendo el mejor sexo de mi vida Heidi, algo que contigo jamás lo he tenido .

— Donde Bill — dije para Luego pasar por su lado y tumbarme en el sofá.

Estaba cansado muy cansado ¿ Lo estará Hannah? Me pregunté

— no mientas — mascullo entre dientes cerrados — ¡donde carajos estabas Tom !—

Con la mejor amiga de tu hija  , con mi nena , Hannah Lombardi. Que bien se siente pensar eso .

— ya te lo dije — dije sin siquiera mirarla

— ¡¡ Maldita sea Tom!! — gritó arreglándose la bata roja de seda que traia  puesta — ¡¡ No estabas donde Bill !! Me desperté en la puta madrugada y no estabas a mi lado —

— No grites heidi — tráete de tranquilizarme ya que sus putos gritos me estaban estresando , puta loca ruidosa, escuché un suspiro por parte de ella —

— Que demonios te sucede Tom , eres mi esposo — llevo sus manos a la cabeza caminado en círculos , seguro le estaba dando sus putos ataques de histeria — estás tan raro ...no eres el mismo,....no comigo ya...— se quedó en silencio mirándome con sus ojos lagrimosos

— ¿ya  Que ? —  pregunté acomodándome en el sofá

— ya..ya ni siquiera me tocas ...— vi caer lágrimas por sus ojos — ahora quién te lo pide soy yo tom .... Las tres últimas veces que hemos estado , parece que lo hacer por obligación, que por ganas — reí por mis adentro sabiendo que era verdad —  Te enojas por todo ...estás distante conmigo.... Ocasionas peleas conmigo...— ¿ Que demonios ?

— ¿ Perdón ? — hablé ofendido — Tu eres la que peleas por cosas estúpidas heidi no,  yo — aclare molestándome

— ¡ Pero las sigues Tom ! — Que mierda se suponía ¿que debía encogerme y escuchar sus mierdas ?—  Donde estabas Tom — ordenó

— Da igual — no tenía ánimos de arruinar mi momento feliz , por heidi y su paranoia

— Tom ! ..— gritó — ¿Cres que es simple? ¿ Que es fácil? ¿ Que esté como si nada ante tu comportamiento ?   — soltó incrédula —Desperte en la madrugada y que Mí esposo no esté en mi cama —  frunció su ceño — ¡  donde o con quién estabas Tom !  — me arto

Amor y deseo | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora