🎄 Tres 🎄

1.6K 255 45
                                    

—Te perdiste el chisme de ayer —fue lo primero que escuchó Jimin al entrar al restaurante a la mañana siguiente.

Ayer había tenido que caminar todo el camino hasta su apartamento porque el autobús que lo llevaba hasta allí estaba forrado con un cartel de SeokJin y su estúpida cara bonita junto a la de su coprotagonista en la novela y aunque Jimin, honestamente ya no tenía sentimientos hacia el alfa, a veces, toda esa publicidad le daba nauseas que no podía evitar.

En la mañana, Jimin se despertó antes que el sol y sacrificó unos pocos wones de sus ahorros para pagar un taxi que lo llevara hasta el restaurante porque había dormido casi nada por los constantes movimientos de su bebé en mitad de la madrugada y las carreras al baño cuando una patada especialmente mal dirigida a su vejiga le provocaba ganas de orinar. Escuchar el chisme recién salido del horno de su amigo podría levantar un poco el ánimo de Jimin temprano en la mañana.

—Cuéntame, señor chismoso —se burló Jimin, dejando su bolso y ropa de abrigo en un rincón detrás del mostrador. Se rio cuando Taehyung se inclinó y pegó su nariz a su cuello respirando como si su aroma fuera oxígeno.

—Tienes que traer a tu bebé al trabajo después de darlo a luz. No podré vivir sin ese aroma nunca más.

—No voy a poder traer a mi hijo al trabajo. NamJoon no será tan indulgente conmigo y si tanto te gusta el aroma, ten un bebé propio. Jeon Jungkook del camión de reparto de verduras sería un buen padre alfa.

—Yo no huelo a caramelo. Mis bebés no olerán igual que el tuyo, pero ¿sabes quién huele a menta? El amigo de mi hermano que vino ayer justo después de que te fuiste. Es un guardaespaldas y trajo a su jefe ricachón a probar mi caldo de pollo especial de invierno. Es guapo, aunque un poco chaparrito, pero es un alfa y está bueno y huele a menta. Será qué...

Jimin acarició distraídamente su vientre mientras pensaba en lo que decía Taehyung. Un alfa con aroma a menta, en Daegu.

—No vueles en esa cabeza tuya, amigo —le detuvo Jimin.

—Me dijiste que el alfa que te hizo ese bebé olía a menta y puedo sentirlo sobre ti, el aroma de tu bebé.

—Sí, pero podría ser cualquiera. No me acuerdo muy bien de su cara, fue hace meses y...

Jimin recordaba unos ojos negros y misteriosos, un cabello igual de negro y una sonrisa lasciva de medio lado, además de otras partes del cuerpo del alfa.

Esa noche no había querido especialmente enredarse con el primer alfa en ese bar, incluso actuó desinteresado con ese alfa a pesar de que le había resultado guapo y su aroma fresco era embriagador. El traje negro abrazando su cuerpo tampoco hacía daño a sus ojos. Jimin solo había ido al bar para distraerse de la idea de su ahora exnovio con otro en una cama, tomar una cerveza e irse a dormir. El segundo vaso le dio un valor que no creía tener, para aceptar los avances del alfa y sin darse cuenta, había terminado arrastrado al baño para ser follado como nunca antes en la vida por un desconocido. El nudo había sido excepcionalmente excitante, encajando dentro de él de una forma que Jimin no creía posible y a pesar del condón, la sensación de calor de la polla del alfa había sido incomparable.

Lo malo, fue darse cuenta de lo que había hecho y las razones y Jimin corrió justo cuando el alfa se dio la vuelta para tirar el condón. Sin decir adiós, ni obtener al menos un nombre, aunque un nombre no serviría de nada para su hijo y el placentero momento había sido solo eso. Un momento, una jodida rápida en un bar con un desconocido. O eso pensó, hasta que se encontró pensando y soñando con el aroma a menta por días y semanas después, luego de volver a Daegu y tener que encontrar un lugar para vivir y después un trabajo y peor cuando las nauseas aparecieron y los mareos, la aversión a los olores fuertes y el sueño a deshoras. Cuando la prueba de embarazo dio positivo y Jimin sintió que el mundo se le venía encima, pero lo volvió más decidido a seguir adelante y agradecido de no haberse embarazado de Jin antes porque el alfa nunca anudaba en Jimin y de todos modos llevaban semanas sin sexo antes de esa noche en el bar.

Regalo especial de navidad |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora