Alfajorcito de Maicena || ranpoe

Iced Americano.

En la parte más baja de la empinada calle Shibuya, en un riconcito entre dos casas de aspecto antiguo, estaba la Casa de Té.
Con un tocadiscos que sonaba alguna canción de Lamp, el lugar estaba lleno de plantas y tonos beige.

Estanterías con peluches que Fukuzawa solía tejer en su tiempo libre. Otras con aún más macetas y lindas plantas para hacer el té.

Fukuzawa dejó caer la escoba al escuchar un estruendo. Al mirar hacia el interior desde la entrada, descubrió a Ranpo en una silla, sosteniendo un plumero, mientras una de las codiciadas tazas de té de Yixing yacía rota en el suelo. La expresión de Fukuzawa pasó de la sorpresa a la consternación, mientras contemplaba el desastre.

"fue el gato"

Ranpo bajó de la silla con semblante inocente, señalando al gato perezoso que dormía plácidamente. Fukuzawa suspiró nuevamente y, mientras iba en busca de algo para recoger las piezas rotas, le indicó a Ranpo que bajara.

Mientras recogía los fragmentos, Ranpo, cruzándose de brazos, se sentó en la silla con un puchero.

"Solo quería ayudarte, papá"

La campanilla de la entrada sonó, y un hombre con cabello castaño que cubría sus ojos entró, sosteniendo un cuaderno entre sus manos. A simple vista, caminaba con paso inseguro.

"Ayúdame atendiendo al cliente, Ranpo".

Ranpo asintió, abandonando momentáneamente su puchero para ocuparse de la nueva llegada.

El cliente se acercó a la barra, y Ranpo lo miró fijamente.

"Un Iced americano, po'r favo'r " su acento era claro, como el café que pidió, el también era americano.

Ranpo tardó unos minutos y le sirvió el café.

"Grassias", expresó el cliente.

No obtuvo respuesta, solo una mirada fija por parte de Ranpo. Ni una palabra más fue dicha entre ambos. Después de pagar, el cliente desapareció, dejando tras de sí un silencio que flotaba en el aire de la pequeña Casa de Té.