Alfajorcito de Maicena || ranpoe

Tercera semana.

El olor a virgen
es impresionante.

Fueron ya doce veces. Venía siempre con la cabeza baja, con voz tartamuda, pidiendo un americano. Aunque hoy no pidió eso, pidió un espresso.

¿Por qué no pide algo para acompañar? Hay muchas opciones.

Fukuzawa era de los que se calmaba horneando, y estaba bastante tiempo en la cocina. Con Ranpo y Choripán haciendo desastres por el local, pasaba el doble de tiempo ahí.

"Como te puede gustar el café tan amargo, no lo entiendo "

Tal vez se le escapó, podría fingir que sí, pero la verdad es que no supo de que otra manera iniciar una conversación.

"Necesitar estar despierto "

Pronunció con dificultad.

"¿Cuantos años tenés? "

"diez y seis "

"Uh, como yo "

No, él tenía diecisiete, pero se negaba a aceptarlo aún.
Sin saber cómo continuar, Choripán decidió ayudarlos.
Se subió al mostrador con porte de modelo, caminó un poco, meneando sus gatunas caderas, y con una mirada de desagrado tiró el taza de café.

"Ahora te hago otro "

Al voltearse y fijarse en la cafetera, se dio cuenta de algo insólito, irreal, ilusorio, falso, impensable, una falacia, algo que no podría suceder.

"Ya no tenemos café... "