Daddy's boy? - [Soukoku]

7

El fin de semana había llegado, y Dazai tenía casa sola para él, pues Mori había salido temprano a trabajar y no volvía hasta la tarde.

Así que el castaño tenía un plan.

En el despacho de su "padre" había un ordenador, lo sabía porque solía oír el teclado desde ahí.

Él no tenía acceso a internet por ninguna vía, así que pensaba aprovechar esa oportunidad.

Al ver por la ventana cómo el coche de Mori se iba, se dispuso a ir al despacho. Quería usar el ordenador para buscar información sobre esa tal Akiko.

Necesitaba respuestas pronto, pues no soportaba un día más viviendo ahí. Tal vez, el saber quién era, lo ayudaría a buscar ayuda.

Salió de su habitación y caminó hasta estar frente a la puerta del despacho de Mori. Era la primera vez que iba a entrar a esa sala.

Por lo cual, no tenía ni idea de que había ahí a dentro, a parte del ordenador.

Aún así, iba a entrar. Necesitaba investigar sobre esa tal "Akiko" y qué relación tenía con Mori, o con él.

Dudó un par de segundos, pero posó su mano pobre el pomo de la puerta con firmeza y lo bajó. Empujó levemente y la puerta se abrió.

La sala estaba completamente a oscuras, así que se tambaleó entre la oscuridad hasta encontrar el interruptor y pulsarlo.

Entonces, todo se empezó a iluminar.

En su mente, Dazai tenía una imagen del cuarto muy ordenado, pero era justo lo contrario.

Habían papeles por todas partes, con demasiado texto así que el castaño no se molestó en leerlos.

Las estanterías estaban llenas de libros y algunas fotos, así que se acercó para mirar antes de ir a por el ordenador.

Las primeras que vio eran de Mori, o eso creía, cuando era joven. Tendría un par de años más que Dazai.

Pero fijó toda su especial atención en una. En dos, más bien dicho.

La primera estaba arriba del todo de la estantería, así que no podía verla muy bien, pero parecía que Mori no estaba solo en esa imagen.

Tomó una silla y se subió a ella para lograr alcanzar la foto. Se quedó viéndola durante varios minutos. Tal vez eso era una pista.

Parecía que estaba hecha en el patio trasero de la casa, Mori, a su lado, tenía a un hombre de su edad, con el cabello blanco y algo largo. ¿Sería su marido? ¿O su ex, actualmente?

Además, en sus brazos, el azabache sostenía a una niña pequeña. Aparentaba tener, más o menos, la edad de Dazai.

Llevaba el pelo por el cuello, con el mismo peinado que Mori le hacía llevar a Dazai, los ojos oscuros, con algún tono violeta.

Pero, lo que más le llamó la atención era su vestimenta.

El vestido que llevaba, y el pin en el cabello en forma de mariposa, ya lo había visto antes.

Dejó la foto con mucho cuidado sobre la silla y se fue corriendo hacia su habitación.

Abrió su armario de golpe y comenzó a sacar toda la ropa sin cuidado alguno, buscando esa prenda.

No tardó en encontrarlo. Era el mismo vestido que usaba la niña en la foto. Y el pin en forma de mariposa lo tenía en el lavabo, guardado en un tocador.

Volvió al despacho de Mori y se miró de nuevo la foto. Entonces, ¿ella era Akiko?

Dejó la foto en su sitio y guardó la silla. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había otra imagen en el suelo, entre los papeles.