Cap. 5 🥀

4 0 0
                                    

No existe sentimiento humano como el amor; es complicado, es llevadero y es emocionante. Te lleva a limites que jamás creíste posibles, creando así experiencias en ti que se convierten en bellos recuerdos.

Pocos son capaces de encontrar a esa persona con la que están dispuestas a pasar toda la vida, y cuando lo hacen, es difícil dejarle ir por el vínculo formado. Podría decirse que ese es el caso de nuestro pobre pelirubio de ojos tristes y melancólicos.

El joven duque Park se encuentra deambulando por la bahía de Busan sin realmente saber porque. Talvéz buscaba respuestas a su dolor, talvéz un milagro que le arrebatara el sufrimiento, o talvéz... Alguien que le extendiera su mano.

- ¡Oh, Joven Park! Que bueno verle aquí esta mañana.

El joven recién llamado se voltea, y a su espalda en el sendero por el que iba observa a un hombre bien vestido, quien portaba entre sus manos un bastón negro, y entre sus labios, una sonrisa con hoyuelos.

- ¡Oh, que sorpresa, Marqués Kim! Es bueno verle también. Discúlpeme, me tomó desprevenido. - dijo mientras se limpiaba las lágrimas que recorrían su demacrado rostro.

- No debe alarmarse, joven, entiendo su dolor, no debe reprimirse por mi presencia.

- En serio me siento avergonzado. -menciona el ojimiel algo nervioso.

- No se preocupe; de hecho me acerqué para hacerle compañía, lo he visto muy solo con su tristeza desde ayer.

- Bueno, Marqués, usted bien sabe que es... Dolorosa una perdida así. No ha sido fácil sobrellevar esto para mí. - decía el joven mientras las pequeñas perlas volvían a brotar de sus ojos enrojecidos.

- Comprendo, y realmente me pareció injusto el trato que le dió su padre a su sierviente, después de todo, bien se sabe que este era como un segundo hijo para su alteza. Su actuar no fue el correcto y solo los hizo pasar una vergüenza enorme delante de todos lo invitados.

- ¡Lo sé, Marqués Kim! Me humilló públicamente y me arrebató lo que más amaba en el mundo, ¡No debió haber mandado a Yoongi tan lejos!... ¡Y ya no volveré a saber de él! ¡Nunca! - el joven solo podía sollozar; el solo recuerdo de la noche anterior le traían un inmenso sufrimiento.

- No diga eso, joven Park, usted no sabe si su padre se apiade de usted y su condición.

- Usted no conoce a mi padre, Marqués Kim, él no es el tipo de hombre que me complacería, ni siquiera si se trata de el amor de mi vida.

- Entonces, solo para aclarar, ¿Me está usted diciendo que verdaderamente ama a ese hombre?

- ¡Mierda, claro que sí! ¡Lo amo con locura! Siempre ha estado ahí para mí, me ha dado su amor incondicional, me ha demostrado que tengo valor y que puedo ser yo mismo sin importar lo que otros digan, ha estado para mí en mis mejores y peores momentos. Y por primera vez en mi vida entera, sentí... Que podía ser amado.

Esas dulces palabras salieron directamente del corazón joven y puro de Jimin, demostrándole así a Namjoon Kim que aún había esperanza para el amor puro y sincero en ese mundo lleno de alianzas por dinero y personas infelices. Y eso era todo lo que necesitaba escuchar.

- ¡Bien, está decidido! Jimin Park, te ayudaré a recuperar a tu amado. - en ese momento, los ojos de Jimin brillaron con una chispa de esperanza mientras el Marqués esbozaba una sonrisa.

- ¿Habla usted enserio?

- Por supuesto que sí, estoy tan dispuesto que saldré este misma mañana con camino a Montecristo para sacarlo de ahí.

- ¡Es usted mi salvador, Marqués Kim! Le prometo que una ve, regrese, le pagaré con lo que usted desee; oro, joyas, un mejor título, lo que usted pida.

- Tranquilo, muchacho, no hago esto por plata, lo hago por convicción, porque tengo esperanzas con su relación, y espero que se conviertan en grandes líderes algún día.

- Oh, es usted un ángel caído en la tierra, Marqués Kim.

- Gracias por el cumplido, pero ahora debo reunirme con un compañero para poner en marcha la liberación de su chico.

Kim estaba reverenciando al joven a manera de despedida, cuando de repente recordó algo importante; algo que podría arruinar sus planes si no se intervenía a tiempo.

- ¡Joven Park, esperé! ¡Debo pedirle un favor! - al escuchar el llamado, el chico se volteó con dirección al muelle donde había llegado el Marqués, y allí lo vió haciéndole señas para que se acercara.

- ¿Desea algo, Marqués Kim?

- Si, me temo que hay algo que necesito de usted para que esto salga bien.

- Por supuesto, dígame que necesita.

- Si desea usted que verdaderamente recupere a su amado, debe impedir esa boda.

Esa última frase dejó pasmado a Jimin; su tiempo de luto le había hecho olvidar su compromiso con Isao Bushida, el joven embajador Japonés.

- ¡Carajo! Casi olvidaba la boda. No sé que hacer para que mi padre la cancele, no tengo un buen pretexto para ello.

- En realidad, no hay manera de cancelarla si no hay algún impedimento, y es por eso que la mejor forma que tiene de librarse del compromiso sería a través de una nueva pareja.

- ¿Nueva pareja? Pero no conozco a nadie más que a Yoongi.

- Es por eso que va a convencer a su padre de posponer la boda para que le permita conseguir a una nueva pareja.

- ¡Pero mi padre es como una piedra! Nadie puede hacerle cambiar de opinión.

- Pero te hizo un escándalo muy perjudicial anoche en la fiesta, dudo mucho que vaya a negarse si le dices que es lo mínimo que puede hacer por tí.

- De acuerdo, ahí le doy la razón. Pero, ¿Cuánto tiempo cree usted que necesitaré para eso?

- Bueno, tardaré máximo unos 5 años en devolverle a su chico.

- ¿5 años? ¿Habla usted enserio? ¿Qué tanto tiene que buscar? ¡Es demasiado tiempo! - el joven ya empezaba a frustrarse.

- No me tardaría más de un día para sacarlo de la cárcel de Montecristo, pero si lo he de traer de regreso no debe verse como sierviente, debo darle una nueva imagen.

- ¿Pero por qué? Eso es innecesario.

- Así lo ve usted, pero ¿acaso desea casarse con su amado siendo un sirviente, para colmo uno que tracionó al Duque, y que lo vuelvan a encerrar, o peor, a eliminar?

- ¡No, eso nunca!

- Entonces está decidido. Traeré de regreso a su chico y será totalmente irreconocible.

Y con esa despedida, el Marqués Kim partió con rumbo a Montecristo, en busca del joven al que hace tantos años había perdido.

********************************

Si, ya sé, tenía esta historia suuuuumamente abandonada, no tengo pretexto pa decir porque me fui, pero anja, aquí andamos otra vez, con las pilas puestas pa actualizar otra vez.

Sooo, ha ustedes saben, si desean que continue esta historia, no olviden apoyar de todas la formas que puedan.

Los Iloveo :3

El Conde de Montecristo_YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora