Young Royalty (Kookmin)

IX

La gente de los alrededores comenzaban a acercarse con intriga y emoción al escenario en medio del gran centro cívico, los caballeros del clan Jeon atravesaban las calles en corceles mientras el público aplaudía a los lados. La carroza de la familia real avanzaba lentamente por las calles mientras saludaban con la mano a todas las personas que se reunían a acompañarlos. Las trompetas y tambores aludían a la llegada de la familia Jeon junto a sus invitados importantes, los Park de Busan.

Una vez que el vehículo se detuvo frente al escenario donde su majestad daría el importante discurso, uno de los cocheros tomó la manija de la puerta y la abrió paso a la familia real. Seguidamente el parpadeo de las cámaras de publicidad se hicieron visibles por todo el trayecto, apresurando a los guardias y algunos caballeros a alejarlos del camino hasta el escenario.

Los asientos ya estaban llenos y algunas personas permanecían de pie en cada parte, cada una observando a los Jeon y algunos llevandose la sorpresa tras la llegada de Park Juwon, quien caminaba a lado de su hijo hasta llegar a los pequeños escalones que daban con la parte superior del tablado en donde se hayaban unas cuantas sillas muy decoradas y una larga mesa con varios micrófonos sobre ella. Dong Wook tomó la espalda de Jungkook haciéndolo pasar primero hasta que tomara asiento, después tomó la cintura de su esposa siguiéndola por detrás. Juwon caminó a su lado mientras tomaba el hombro de su hijo guiándolo, finalmente se sentó a su lado con la vista en el público.

Los aplausos y el sonido de los tambores no cesaban hasta que Jeon hizo un gesto con la mano y se fueron desvaneciendo poco a poco. El congreso ya estaba presente en los asientos de frente, uno de ellos subió al escenario con un micrófono dinámico en las manos, hizo una reverencia a sus majestades y se giró al público.

–Damas y caballeros, es un honor tenerlos aquí el día de hoy para dar comienzo así a una de las más importantes conferencias del rey Jeon – comenzó a decir. –Como todos sabemos, un invitado muy especial se ha hecho presente con una finalidad sumamente importante. ¡Demosle la bienvenida al rey Park y su alteza, el príncipe Jimin!.

El hombre de traje señaló con el brazo a la familia mientras los alaridos y aplausos volvían a sonar por todo el lugar, los flashes de las cámaras surgían por todos lados iluminando ciertas partes que tenían cerca.

–Aunque esto es sólo el comienzo, dejemosle la palabra a nuestro majestad – expresó mirando al rey Jeon quien se levantó del asiento segundos después.

La multitud comenzó a guardar silencio dejando al hombre hablar con el micrófono que había tomado de la mesa.

–Mis ciudadanos, es un honor para mí estar aquí hoy, me enorgullece ver cómo nuestro hogar, Seúl, está creciendo rápidamente. Cuando me convertí en rey, juré por mi vida que protegería a mi nación cueste lo que cueste, y la cumpliré hasta el final. Es por ese motivo que el rey Park se encuentra aquí hoy.

Jeon dió una pausa para invitar a Juwon a su lado, quien en un par de segundos camino hacia él tomándolo del hombro.

–Gracias a él, este lugar no estará en riesgo de amenazas exteriores, todos ustedes tendrán el gozo de vivir bajo una fraternidad donde las nuevas oportunidades se generarán nuevamente, pero esa es sólo una parte, lo mejor está por venir.

El público estaba entusiasmado, hablaban con interés entre sí mientras aplaudían emocionados, lo que hizo a ambos hombres sonreír con orgullo mientras veían a cada uno de ellos.

–Agradecemos todo el apoyo que nos han brindado a través de todos estos años, mi padre, hubiera estado orgulloso de todo lo que han logrado por sí mismos – expresó Jeon mostrando una sonrisa melancólica.