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Severus sentía que iba a volverse loco, hace como 20 minutos había dejado solo a Sirius con ese dildo en la habitación y su lobo ardía por ir con él omega, el aroma del menor había incrementado y sus gemidos eran audibles en todo el departamento. Intentó distraerse haciendo tareas, cosa que termino, pero aún así su lobo rugía y sentía que arañaba su pecho para ayudar al pelinegro a pasar su celo.
Su lobo no paraba de gruñir y tenía que autocontrolarse para no ir con Sirius. No podía hacer eso, no podía ayudarlo con eso, era su amigo ni siquiera lo veía como algo sexual, era como su hermano ¿Y si después de eso su amistad se rompía? No quería perder al omega, no soportaría ya no tenerlo a su lado.
Los gemidos de Sirius y su aroma lo estaban volviendo loco, empezó a sudar y a respirar de forma agitada. Ya no lo soportaba. Camino hasta la habitación de invitados y de su mochila saco unos supresores para alfa, metió dos pastillas a su boca en seco y luego volvió a la cocina para tomar un vaso de agua.
El timbre del departamento sonó y rápidamente tomó las hojas con su tarea lista, abrió la puerta y la omega pelirroja hizo una mueca tapando su nariz debido al aroma que golpeó su rostro cuando Snape apareció.
Lily: Chucha Sev, el aroma de tu omega es demasiado fuerte... y el tuyo también ¿Tomaste algo?
Severus: Recién tome dos supresores -entregándoles las hojas- ¿Que hago Lily? No puedo tener sexo con Sirius, no quiero arruinar nuestra amistad, su aroma es demasiado fuerte y está volviendo loco a mi lobo.
Lily: ¿Ha estado tomando sus supresores?
Severus: No, no se despega de mi y si me ve con los supresores va hacer un berrinche para no tomarlos.
Lily: Hazle algún jugo o algo y tritura dos pastillas, eso va hacer que su aroma baje y que su apetito sexual esté moderado, más o menos.... Y báñate, porque el aroma es realmente insoportable, no es feo pero es damasiado abrumador.
Severus: Gracias Lily... ¿Por qué me miras tan fijamente?
Lily: Porque aunque te esté mirando los ojos puedo notar tu ereccion.
Sev bajo la mirada y soltó una maldición tapándose con la puerta por algo que ya fue visto.
Severus: Lo siento.
Lily: Cerdo -dándose media vuelta para irse soltando risas al escuchar a su amigo quejarse-
Nunca olvidaría la cara de Snape completamente roja por la vergüenza.
Snape cerró la puerta y fue directo a la cocina para hacer ese dichoso jugo con supresores, luego fue al baño para darse una ducha de agua fría y luego caliente. Después de 30 minutos escucho los pasitos de Sirius por el pasillo, el pelinegro hizo acto de presencia sentándose en el regazo del azabache para llamar su atención.
