𝐃𝐈𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔³ 〢Lee Haechan

𝟏𝟖: 𝙽𝚘 𝚝𝚎 𝚍𝚎𝚓𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊𝚗̃𝚊𝚛

↠ⁿᵉˣᵗ ˢᵒⁿᵍ ↺ ʳᵉᵖᵉᵃᵗ ⊜ ᵖᵃᵘˢᵉ

Your eyes have told a thousand lies
But I believe 'en when they look in mine

MY DILEMMA

Selena Gomez & The Scene

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Hay algo que no olvidó en tantos años y es el entrenamiento que empecé en el gimnasio, en vez de ser ligero y práctico para una joven de mí edad fue sangriento y duro.

En ese entonces, me sorprendí por el lugar tan grande que contaba con un refrigerado con bebidas energéticas y agua, una extensa colección de máquinas de ejercicios y cosas que ni siquiera sabía para qué servían.

Impresionada con el lugar, no percaté me extendieron unos guantes de boxeo y al verlos miles de escenas vinieron en mí cabeza, no tenía ninguna pizca de saber técnicas de lucha. Por eso, me pudieron los guantes y al pestañear estuve frente a un saco.

── ¿Quieres defenderte y defender a tu madre? ¡Golpealo! ── exclamó apuntando  con su mirada al saco de boxeo y le di un golpe que ni siquiera lo movió ── ¿Es broma? ── expresó molesto.

Por mi débil golpe, lo hice de nuevo y con cada vez más fuerza a base de órdenes directas. Al recibir una aprobación, corrigió mi postura, poniendo el pie izquierdo adelante y el derecho atrás. Cuenvandome ligeramente mire al saco como si fuese la persona que más odie en esta vida.

Desde aquel momento, sabía que aquellos 30 minutos se convirtieron en horas. Mi ropa se llenó de sudor pero en mi mente se seguía reproduciendo las escenas que cometia mi grupo de "amigos", mezclándose con la frustración de no poder tener a mi padre conmigo, que la gente como la madre de Jaemin criticara a mi madre y a mi con tanta naturalidad.

No quería que los demás sintieran pena por mi.

Tenía a mi mamá y era suficiente, no necesitaba nada más.

Paré cuando comenzaba a sentirme cansada pero las fuerzas volvían al recordar el mal que pude haberles hecho a las personas a mi alrededor por elegir mis amistades sin juzgarlas mejor.

El tiempo pasaba y nadie me detenía.

En la actualidad nadie tiene el valor de detenerme y me comenzaba a doler los nudillos, pero no paré. Es mas, comencé a hacerlo más rápido y fuerte, incluyendo un par de patadas. Mi respiración agitada es lo único que se escucha en el gimnasio junto los gritos que solté por el dolor mental al recordar que se cumplia un año más sin mis padres.

Llegando un momento que los guantes empezaron a ser molestos, y mis manos y brazos dolían, pero necesitaba hacerlo. No quería verme como la joven débil y indefensa que pudo haber salvado a su madre de la muerte. Con esa motivación y sin los guantes pero con las vendas rojas seguía dando golpes.

── Basta.

Una mano me paro con fuerza y gire mi mirada de golpe, encontrandome con los ojos cafés de Haechan.

No se quien lo llamo, puede que Seunghan este cansado de verme golpear el mismo saco todo el día o el señor Na llegó al límite de mandar a pararme cuando el me enseño a no parar. Pero no importa porque sentía que podía humillarme al llorar frente de él y no sentirme juzgada, o bueno quería hacerlo pero el orgullo seguía ahí.

── ¿Que haces aquí? ── pregunte con la garganta seca.

── ¿Estas loca? Seunghan me llamó diciendo que llevas más de siete horas golpeado ese saco de boxeo, pensó en dejarte pero vio la sangre recorrer por tus brazos. ── comentó con un tono de voz que daba la impresión de que estaba algo preocupado.

Antes de decir algo, me saco las vendas porque los guantes estaban tirados en el piso, dejando ver mis nudillos ensangrentados y por si era poco, la sangre recorrí por mis muñecas hasta los codos. Maldición me había pasado del límite.

Haechan me regaño observando mis heridas, cerro mis puños con suavidad, hice una mueca por el dolor y llevo su pulgar contra mis nudillos, demonios el dolor era infernal.

── Creo que tienes suerte, pero la próxima piensa, si vas a golpear de tal modo ponte más cintas o...

── ¿Por que sigues aquí? ── pregunte interrumpiendo su nuevo regaño ── Sabes que estar conmigo arruinará tu carrera y es el sueño por el cual peleaste día y noche sin descanso.

Me miro directamente al escuchar mis palabras, pero en vez de recibir una respuesta, apretó las heridas de mis nudillos y solté quejidos de dolor.

── Eso fue por pensar así ── soltó mis manos y cruzó los brazos ── Pero sigo aquí apesar de tus locuras, además tú entraste a mi vida, no yo en la tuya y si he venido, es porque me preocupa que tus locuras te lleven a un lugar donde no podré seguirte. Sin embargo, me estas hechando como siempre, sabiendo que te debo la vida por cuidarme.

── Lee Donghyuck no me conoces, no sabes el porque me desquitó con ese maldito saco y si por alguna vez pensaste que era una buena persona te digo algo ── le muestro las palmas de mis manos ── Esta manos no sólo están machandas con mi sangre así que no te dejes engañar, yo no soy buena para ti.

Solte con dureza para que entendiera porque pongo un límite entre nosotros apesar que la última vez correspondí su abrazo y confirme que los sentimientos que tengo son en verdad peligrosos para él.

Porque alguien como yo no merece amar a nadie.

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Hi!

He vuelto y ya iré cerrando la historia