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- Abre los ojos, él no va a dejarte caer - decía el príncipe mientras ambos volaban por lo más alto, esperando llegar velozmente a su destino

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- Abre los ojos, él no va a dejarte caer - decía el príncipe mientras ambos volaban por lo más alto, esperando llegar velozmente a su destino.

- Sabes que le temo a las alturas. - sin abrir los ojos.

- Bueno, debiste pensarlo antes de casarte con un Dragón - rió por lo bajo. Ella no soltaba su fuerte agarre de el torso de su esposo.

Al llegar, ayudó a su esposa a bajar de Caraxes.

- Sir issa dress iksos vaogenka (Ahora mi vestido está sucio) - maldecía mientras se sacudía.

- Te lo dije, es una despedida, está muerta, ¿no podías usar algo menos llamativo? - dijo mientras extendía su brazo para que esta lo tomara.

- Vamos, tu familia espera - dijo casi llegando

- Todos te miran, ¿no podías privarte de tu vanidad por un día?

- Amas mi vanidad - sonrió y por fin llegaron donde toda la familia Targaryen y Velaryon estaba reunida.

- ¿Mi hermano no ha hecho acto de presencia? - cuestionó el rey a una sirvienta.

- No, su majestad - respondió

- Caro Viserys, hace años no tenemos el gusto de reunirnos, aunque, pésimo momento para hacerlo - hablaba con elocuencia mientras depositaba dos besos cada uno en ambas mejillas del rey.

- Lady Joelene, me alegra verla, aunque en mejores condiciones preferiría, espero no sea demasiado tarde para extender mis condolencias por la pérdida de mi sobrino - ella no esperaba el tema de su hijo fuera mencionado, así que trago saliva y simplemente ansintio. - Hermano - miró tras ella, ahí se encontraba en príncipe Daemon quien saludó a su hermano con un abrazo corto.

- ¿Como pasó esto Viserys? - dicen que ella misma se inmoló ante Vhagar.

- Ire a saludar - dijo Joelene mientras su esposo y cuñado hablaban.

Se acercó cautelosamente y con gracias hacia la reina Alicent quien estaba acompañada de Ser Criston Cole.

- Su majestad - hizo una breve reverencia.

- La vi llegar de la mano del príncipe Daemon, no han tenido la decencia de presentarnos - dijo la reina fingiendo demencia.

- Es la esposa del príncipe mi reina - explicó Ser Criston.

- ¿Esposa?, pareciera ser su hija - dijo adulando su edad pero escondiendo la burla tras sus palabras. - ¿Como es que no estaba enterada de esto?

- Quisimos mantenerlo familiar, su majestad, el rey Viserys y su hija, la princesa Rhaenyra lo sabían - respondió, a lo cual Alicent sintió indignación, a pesar de ser esposa del rey, parecía seguir siendo excluida a pesar de saberlo, pues Ser Criston Cole se lo había informado por una conversación que había escuchado indiscretamente entre el rey y su hija.

Lozanía en la Piel  - Aegon II TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora