ESPERANDO POR TI (Predator/Yautja x Lectora)

47. UN MAL DE REGRESO

Al día siguiente fue como todas las mañanas, los adolescentes pasaban tiempo con su madre limpiando la casa de pies a cabeza para después descansar toda la tarde.

Ya con el atardecer Demon se presentó en la casa y les dijo a sus hijos que debían ir a palacio para demostrar a los líderes del Clan Alpha de qué eran capaces. Los adolescentes emocionados se llevaron sólo lo que iban a necesitar y se fueron junto a los guardias de palacio.

Demon y _____ se quedaron solos junto a los cachorros bebés. Tras eso, cenaron y se dirigieron a la habitación.

— ¿Y dime cómo estabas sin mí anoche? — preguntó _____ de forma sarcástica.

— Hmm aburrido y con "frío", y solo muy solo, no te ofendas hija. Incluso extrañe tus golpes que me das con las almohadas. — dijo Demon mientras cargaba a su hijo. — ¿Y ustedes?

— También, aburrida y sola, creerías que me acostumbré a tu enorme cuerpo moverse por toda la cama y tus imparables ronquidos.

— Te creo, llevamos años juntos que nos acostumbramos bastante.

— ¿Cómo estaba mi pequeña? Seguro extraño mucho a su madre. — dijo _____ mientras la cargaba y le daba de su pecho amamantarla.

— Claro que te extrañó, la nodriza no podía ni calmarla, apenas tomó de su leche.

— Claro por que Durt'ly es como Dark'or, no quiere la leche de otra ¿Verdad hijita?

— Durztek también quiere su ración, ¿Verdad hijo?... Dales a ambos de una vez y quiero que me atiendas posteriormente a mí.

— Okey okey pásamelo.

_____ comenzó a amamantar a ambos cachorros de una sola vez, mientras Demon se cambiaba poniéndose sólo su taparrabos. 

Ambos bebés estaban conciliando el suelo y empezaron a dormirse en los brazos de su madre. Demon vió feliz como _____ era tan dulce y cariñosa con sus hijos, para posteriormente levantarlos de sus brazos y dejarlos durmiendo sobre la cuna que tenían.

— Ambos se están volviendo pesados, cada vez más se me adormecen los brazos. — dijo _____ frotándose los brazos.

— ¿Así? Sin mencionar que tus pechos aumentaron de tamaño y son más sensibles cuando los presiono.

— Jajajajaja no voy olvidar nunca como esa vez queriendo morderme los pezones para darme más placer terminó salpicandote mi leche en tu ojo jajajajaja...

— Eso fue hace años y ¿aún te acuerdas?

— Claro, no voy a olvidar la cara de dolor que pusiste y comenzaste a gritar que te ardía el ojo, entonces vino Destron corriendo sin imprevisto y nos pilló casi en pleno acto.

— Es cierto, ¿Crees que aún lo recuerde?

— Tú bien sabes que esas cosas no se olvidan.

— Cierto, pero ahora que no están...

— Es hora de nuestro momento ¿No?