Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.
16 años después.
—¿Desde cuándo hay un bar en esta colina?
—Tienes razón.... Siento que no había nada aquí cuando pasamos hace tres días atrás.
—Puaaaah. ¡La cerveza de Bernia es la mejor!
Distintas personas barbullaban, disfrutando y divirtiéndose en un bar localizado en cierta colina.
—¡Siento haberles hecho esperar! ¡El pastel especial de carne del sombrero de jabalí!
—Ohh.
—¡Se ve delicioso!
El grupo de personas alrededor de la mesa se veían ansiosos por probar el platillo que cierto chico de cabello rubio les entregó. Sin embargo, tan pronto como la comida tocó sus paladares estos la escupieron de inmediato.
—¡Esto es aquerosoooo!
—Tal y como pensé.
—Oye bastardo, ¿Qué cosas estás sirviendo?
—Dijeron que cualquier cosa estaba bien.
—¿intentas comenzar una pelea?
—Oh dios.... Que problemáticos clientes.
—¿Qué dijiste? ¿Quieres pelear mocoso?
—¡Oye! Este chico tiene una espada.
—Limpieza— Meliodas pareció llamar a alguien mientras chasqueaba los dedos.
—Caray, que molestia. ¿Qué quieres de mí?
Un cerdo relativamente grande apareció mientras se quejaba con disgusto.
—¿Un... un cerdo que habla?
—¿Cerdo? No me insultes, soy un cerdo que trae personas aquí.
—Hawk, limpia el piso.
—Tch... que molesto. Ah, de hecho, ¿Qué tal si me alimentas con algo más decente— repuso Hawk ante la orden de Meliodas.