Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.
—¡Dame algo de comer! ¡Hemos estado desde temprano en este lugar!
Wandle le exigía comida a Meliodas, el cual estaba bebiendo cerveza.
—En verdad eres un ave molesta. Antes de salir de casa te di comida. ¿Por qué no sales y buscas basura para coleccionar?
—¡Yo no soy molesto! ¡Y esa no es basura! ¡Me iré, pero no porque tú me lo hayas dicho!
El loro salió del bar mientras volaba, no sin antes picotear la cabeza del rubio a quien no le importó en lo más mínimo.
—Viejo Barzad, ¿sabe si Goku y la señorita Liz vendrán? Acordamos que hoy nos reuniríamos todos para divertirnos.
Un hombre de cabello café y buena complexión preguntó. El resto de caballeros sagrados también preguntaron sobre los dos mencionados. Meliodas puso una expresión desagradable al oír eso, pero solo continuó bebiendo del tarro de cerveza.
—Goku me dijo que también vendrían, pero saben que a él no le agrada mucho el alcohol. ¿Tú no sabes algo al respecto, Meliodas?
A la pregunta de Cain, Meliodas negó con la cabeza.
—Ninguno de ellos me comentó nada. Además... no estoy vigilándolos todo el tiempo— respondió Meliodas, susurrando la última parte.
No transcurrieron ni diez segundos cuando logró escucharse la dulce voz de una chica.
—Vamos, hoy nos divertiremos bebiendo con todos. Jamás he visto que la cerveza haga efecto en ti, así que quiero ver si puedes superarme.
—Pero ¿qué haremos si nos terminamos todo el dinero?
—Ya veremos como arreglar eso después.
Luego de esa pequeña conversación, Goku y Liz entraron al bar. El saiyajin y la chica saludaron a todos con gran alegría. Sin embargo, había algo que no pasó desapercibido por nadie. Ambos se sujetaban de las manos mientras caminaban.
—¡Hola! Creo que tardamos demasiado, ya se encuentran todos aquí— comentó Goku rascando su mejilla.
Cain miró a ambos con detenimiento. Después de unos segundos pareció comprender todo y se colocó delante de ellos.
—¡Felicidades a ambos! Veo que seguiste mi consejo, ¿No es así, Goku?
El Son puso su mano detrás de su cabeza y soltó una risa acompañada con nerviosismo.
—Jejeje. Si, algo así.
Liz abrazó fuertemente a Goku y sus ojos se llenaron de brillo.
—Fue algo complicado, pero Goku y yo finalmente aceptamos el gran cariño que nos tenemos. Es por eso que decidimos iniciar una relación.
Las palabras de la peli rosa dejaron el lugar en completo silencio. Tanto ella como Goku se sintieron incomodos por las miradas que les daban. Sin embargo, pronto se escucharon gritos de alegría.
—¡Jajaja! ¡Yo se los dije, ellos sentían algo uno por el otro!
—Bueno, era algo de esperarse.
—¡Muchas felicidades, Goku, señorita Liz!
La mayoría de caballeros sagrados les brindaron sus felicitaciones. Goku se sintió avergonzado, pero también estaba muy feliz. El saiyajin miró a la chica con una gran sonrisa, la cual fue correspondida por ella. Liz levantó su mano y exclamó unas palabras.