Emerald Heal (UnOrdinary)

Provocaciones

----- CASA DE JOHN -----

Lo que parecía ser una noche tranquila para algunos, para una joven de cabello azul se sentía como una tortura que estaba lejos de terminar. Se encontraba en la habitación del azabache quien la invitó a quedarse a dormir, durante los primeros minutos intentó dormir apretando los ojos tanto como pudo; fracasó en el momento en el que el aroma amaderado probablemente del joven comenzó a invadir su nariz haciéndola sentir incomoda - estoy actuando como una acosadora - se dijo a si misma internamente. 

Posteriormente se distrajo con las cosas que había en la habitación en la oscuridad lograba distinguir que la habitación estaba bastante ordenada, tenía un closet cerrado, un saco de boxeo sin colgar en una esquina, una guitarra en su funda - debe tener buenos pasatiempos - pensó mientras se imaginaba a John tocando una canción para ella; aquello hizo que el rojo invadiera su rostro, se cubrió a si misma con la sabana avergonzada y en un instante volvió a salir apenada de nuevamente olfatear la ropa de cama del de ojos dorados.

Finalmente dejó de lado la idea de dormir y sacó su teléfono para meterse a su plataforma de novelas de confianza - tal vez ya actualizaron Una Relación Oculta - emocionada navegó por la aplicación, sin embargo aun sin poder dormir el cansancio le hizo una mala jugada la cual acabó con su teléfono cayendo sobre su rostro - mff auch - trató de hacer el menor ruido posible ante el dolor lo que la llevó a girarse de lado para continuar usando su teléfono pero algo captó su atención.

Sobre la mesa de noche había un libro el cual debido a los nervios no había visto al andar de forma apresurada hacía la cama escapando de aquel momento incomodo con su anfitrión, movida por la curiosidad y sin pensar que podría violar la privacidad del azabache tomó el libro en sus manos para ver cual podría ser - Extraordinario - leyó el nombre de aquel libro solo para abrir sus esmeraldas como platos.

 - es el libro baneado de W. H. Doe - quería gritar de la emoción pero se contuvo al recordar la hora - ¿cómo pudo conseguirlo si no duró prácticamente nada en las librerías? - se preguntó a si misma sosteniendo aquel libro en sus manos, por un momento dos cosas pasaron por la mente de la peliazul; el chico era un gran fanático del autor y consiguió el libro de alguna manera que esperaba fuera legal... o tal vez y solo tal vez - ¿John podría ser un vigilante nocturno? - descartó inmediatamente la idea, apenas se había mudado a la ciudad y parecía ser muy reservado con el uso de su habilidad.

Abrió el libro para ver su contenido - dedicado a mi hijo - su corazón se enterneció ante aquella dedicatoria - W. H. Doe tiene un hijo... quien lo diría, nunca habla de su familia - dijo mientras pasaba a la siguiente pagina, y a la siguiente hasta que ya había terminado el prologo de aquel libro.

- un mundo donde no existen las habilidades y existe una persona que si - era extraño para ella imaginarse un mundo como ese pues las habilidades formaban parte del día a día de toda la gente, sin embargo la imaginación del autor era bastante buena para idear algo así.  

La redacción como era de esperarse para ella que conocía bien al autor era muy buena y le ayudaba bastante a imaginarse como sería un mundo con esas características, no había pasado mucho y el libro ya la tenía atrapada.

Estaba por pasar a la siguiente pagina cuando un ruido la sacó de su embelesada lectura - ¿qué fue eso? - se preguntó, el ruido provenía de afuera, al parecer de la sala donde se encontraba el azabache de ojos dorados durmiendo.

Temerosa pero mas aun curiosa de aquel sonido, salió de la habitación y bajo por las escaleras, no tardó prácticamente nada en encontrarse con el origen - ¿John? - su rostro se notaba entre molesto y angustiado, claramente estaba teniendo un mal sueño; Elaine ante esta situación no sabía que hacer, se sentía preocupada por el azabache pero ¿cómo podía calmarlo? además no lo quería despertar.