Umbra

0 0 0
                                    


- oye... oye... despierta dormilón... tenemos que seguir ¡

Abrí un poco mis ojos, se encontraba Andrew mirándome con una sonrisa en su boca, de repente, sentí un vacío en mi estómago y seguido de eso un golpe en mi espalda baja

- pudiste dejarme en el suelo y esperar a que despertara

- no tenía mucho tiempo, ya pasaron 4 horas desde que llegamos a Umbra, era eso, o esperar que te comieran los animales del bosque

- que bosque?

me puse de pie y vi con asombro y terror todo el ecosistema que me rodeaba, Andrew no mintió al decir que este lugar era perturbador, el cielo es rojo y la luna es tan grande que parece un planeta cerca de nosotros, blanca, con algunos matices rojos, nubes grises y poca naturaleza, es deprímete pensar que los seres que viven en el bosque no tienen muchas opciones de supervivencia.

- te quedaste dormido a mitad del viaje, eso pasa con la mayoría de las personas que viajan entre mundos, aunque cuando viajan solos llegan a otro mundo ya que el camino los lleva a otro lado

- ósea que me cargaste solo?

- Creo que tu pregunta es lo bastante estúpida para contestarla

- Supongo que te debo una

- no me debes nada, vámonos, ya perdimos mucho tiempo por tu siesta, ahora necesitamos seguir.

el clima, comenzó a nublarse, supongo que va a llover

- oye, deberíamos refugiarnos en algún lado, parece que va a llover

- la lluvia solo es terrible para las mujeres, este planeta parece tratarlas mal a propósito, por eso son las más fuertes de este lugar

no se si también me afecte solo por ser un ángel femenino, pero preferiría no descubrirlo en este lugar

- m... mira una mansión, deberíamos ir, detestaría sentirme mojado en este lugar

- supongo que nunca te sentiste mojado en tu vida, o sí? - dijo con un tono intenso, casi sonriéndome y levantando una ceja

- si intentas seguir con eso, te arrancare el pene y lo meteré en tu culo - dije con un tono amenazante

- ya comienzas a entender lo que me gusta

- eres muy raro, ven vamos

-seguimos caminando, entramos a una mansión. La fachada de la mansión, notaba que alguna vez fue majestuosa y espléndida, ahora exhibe signos notorios de desgaste y el paso implacable del tiempo. La opulencia que alguna vez la caracterizó se ha desvanecido, dejando tras de sí una apariencia melancólica y decadente. La pintura que solía adornar las molduras y detalles arquitectónicos ha perdido su brillo original y muestra agrietamientos, revelando capas descoloridas que evidencian años de exposición a los elementos. Las columnas que flanquean la entrada principal muestran grietas y desgaste, algunas ya derrumbadas; y la piedra que solía ser impecable ahora tiene marcas de erosión y manchas por la acción del clima. Las ventanas, alguna vez relucientes y ornamentadas, ahora exhiben vidrios empañados, marcos desgastados y rupturas por el vandalismo. Los detalles decorativos, como relieves y tallas, han perdido su nitidez, y algunos podrían estar ausentes debido a la acción del viento y la lluvia a lo largo de los años. En lugares, enredaderas y musgo se aferran a la fachada, contribuyendo a la sensación de abandono. La entrada principal, que en su día fue la pieza central de la mansión, ahora parece casi inhóspita. La puerta, una obra maestra tallada en madera noble, ha perdido parte de su lustre y presenta astillas y marcas de desgaste. En conjunto, la fachada de la mansión desgastada por el tiempo evoca una sensación de nostalgia y decadencia, recordando los días de esplendor que alguna vez vivió y sirviendo como testigo silencioso de los años que han pasado, es notorio pensar que fue el hogar de una familia de nobles en una época esplendida.

KNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora