¿Alguna vez te has preguntado cómo seria estar dentro de un cómic? O mejor dicho en varios Comics.
Puede sonar algo maravilloso, pero no lo es, de hecho es todo lo contrario.
El tener que ser controlada por un escritor, que te dicta, que decir, como...
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JiYu, leia con detenimiento aquel comic mientras analizaba cada palabra que decían los personajes. No obstante fue interrumpida al escuchar como la puerta de su habitación era abierta con brusquedad.
-Ya dije que comeré más tarde. -hablo ella sin levantar la mirada del comic.
-Eso no me interesa Oh JiYu. -La voz de Dan-Oh, llegó a sus oídos por lo que se giró a verla con confusión.
-¿Que es lo que haces aquí?
-Eso mismo es lo que yo debo de preguntarte, no te has aparecido en la escuela desde hace 3 días. -Le reclamo Dan-Oh.
Ji-Yu, suspiro con resignación mientras se levantaba de su cama, para quedar frente a Dan-Oh.
-Crei que sabías que no puedo aparecer en un lugar a menos que el escritor me dibuje. -Admite ella, viendo la cara de sorpresa de Dan-Oh ante sus palabras.
-Tu ya eres... ¿Conciente? -Pregunta con una expresión y tono incrédulo mientras se deja caer en la cama de JiYu.
-Si, digamos que ustedes no son muy discretos cuando hablan, me enteré al mismo tiempo que Do-Hwaa, pero presente los síntomas antes que el. -Finalizo ella tomando de nuevo los cómics en sus manos.
-¿Por qué no me lo dijiste?
-¿Acaso tú me hubieras dicho que estábamos en el mundo de los cómics? Se que no es así, tu nunca me hubieras dicho la verdad.
-¡Claro que lo hubiera hecho! -Incluso en la sombra te advertí del accidente, así que por supuesto que lo pensaba hacer, solo que... No encontraba la manera de decírtelo.
Esas palabras dieron paso a un breve silencio, dónde ambas féminas solo se limitaban a mirarse esperando que alguna de ellas se animará a dar el siguiente paso.
-Aún sigo sin comprender a que viniste, pensé que me odiabas y te alegrabas por mi situación. -titubeo JiYu, en espera de alguna burla de parte de Dan-Oh.
Sin embargo fue recibida por los delicados brazos de Dan-Oh.
-La Dan-Oh del escritor te odia, la Dan-Oh real te quiere ayudar, y conocer, quiere que sean amigas.
Los ojos de JiYu, se llenaron de lágrimas al oír aquellas palabras, ese abrazo le transmitía tanta calidez y le reconfortaba demasiado, sin poderlo evitar se acurrucó más en el abrazo, mientras correspondía este con lentitud.
-No me conozco más allá de mi personaje , ¿Cómo puedes querer ser amiga, de alguien que no sabe quién es?
Dan-Oh, se separó del abrazo que tenían, y con delicadeza limpiaba las lágrimas que recorrían el rostro de JiYu.
-Y eso es lo que vamos a descubrir, JiYu no permitiremos que el escritor decida sobre nuestras vidas, vamos a escribir nuestra propia historia. -Le hablaba Dan-Oh, con dulzura y con cariño, que JiYu no pudo evitar sentirse tan cálida, y querida.
