HIMENEO (Poemas)

Nuestros pasos nocturnos

Vago indagando a media noche,
Pensando en ti tan engreído y fantoche,
mientras saboreo callada
la belleza del paraíso nocturno.

Pequeñas lucecitas centelleantes
a nuestra ciudad ornamentan colorida,
y adoro tanto poder discernir
en cuál de todas te hayas tú.

El frío me carcome los huesos,
pero mi carne sigue cálida
esperando por ti,
y ni que decir mi corazón, ese hierve.

Camino lentamente,
porque sé que me sigues los pasos,
y el corazón está que se me sale,
¡Ven, de prisa y róbame hasta el aliento!

Me distraen los latidos de mi corazón,
pero en mis pies está mi atención,
porque he olvidado como caminar,
y miro fijamente para no tropezar.

Mi torpeza es grande,
porque tú desequilibras mi mente,
no me di cuenta en que momento frente a mí te situaste para siempre.

¡Búrlate!...
Mientras me miras fijamente
con los ojos adormilados
que me desintegran hasta los huesos.

Y cuando una sonrisa esbozas
levantando tus preciosas comisuras;
sabes que has ganado
y que me tienes a tus pies rogando.

Infinitas veces frente a mí sitúate,
como la primera vez que lo hiciste
y coquetéame tanto como puedas,
y nunca tu seductora esencia pierdas.

Acepto que me asusta el hecho
pero estoy tan dispuesta a afrontarlo,
intimídame nuevamente
y deléitame con tu semblante.

No soy capaz de la mirada sostenerte,
pero quiero ver tus ojos mil veces más.
Me encanta la forma en que me miras;
y me gusta por ti sentirme aturdida.

Pasa a lado mío o por donde sea,
que aunque me ruborice,
y la sangre por mis poros brote,
he de tener tu atención solo para mí.

Mírame, ahora y siempre,
que me gusta saberme complacedora
de tu vista
yo sé de lo que soy capaz.

Cuando pases frente a mí,
tu cabello mil veces peina;
con tus delgados y pálidos dedos,
y acarícialo toscamente.

Cada vez que te observo,
más convence mi vista a mi corazón
de que eres tú al que quiero
a mi lado siempre.

-𝓓𝓪𝓷𝔂 𝓞𝓼𝓸𝓻𝓲𝓸