Ocaso marino

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Visité la calma del mar, para olvidarte,
y solo logré regresar
con la mente limpia para pensarte.

Te contaré que entre mis dedos
espuma salada efervecío,
pero en líquido puro se desvaneció,
rogué por nuestro final impedir
pero fue como espuma al final de la ola.

Recorrí de arena el sendero
y solo el rugir marino me acompañaba
¡Cuanto anhelaba tenerte ahí!
Pero solo son pensamientos
de mi terrible amor frustrado.

Me imaginé a nosotros,
cuando un cachorro jugueteaba
perseguido por una pareja enamorada,
deseaba que su lugar ocupáramos.

Pero con el ocaso descubrí,
el verdadero valor que tiene un final,
que no por caída la noche a la costa
su belleza dejó de existir.

-𝓓𝓪𝓷𝔂 𝓞𝓼𝓸𝓻𝓲𝓸

                                                   -𝓓𝓪𝓷𝔂 𝓞𝓼𝓸𝓻𝓲𝓸

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