Un fallo

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- Si, es mi hija. - dijo el peli-negro con tranquilidad mientras miraba a la niña que ahora se encontraba en el sofá.

El silencio se hizo presente por unos segundos, hasta que el pelirrojo hablo.

- ¡¿Es encerio?! - pregunto.

- Si, ¿Por qué no lo sería? - Respondió.

- Bueno Señor, usted ya está un poco mayor, como para estar haciendo ese tipo de cosas. - está vez fue el turno de hablar del peli-gris.

- Me ofenden, ni que estuviera tan viejo, tengo 40, y la niña tiene 6 además no es que allá sido necesario tenerla yo mismo. - dijo el superior entre los tres.

- ¿Y como la tuvo? Claro si no es incómodo responder Jefe. - pregunto el peli-rojo.

- Bueno, ella nació en un laboratorio, juntaron dos ADN y la crearon, ella no es humana. Pero si puede morir, el ADN era mío y de alguien más, solo que aún no se de quien.. - dijo lo último con duda.

- Entiendo, si no necesita nada más Jefe nos retiramos. - Hablo el mayor entre todos, haciendo una reverencia al igual que el peli-rojo.

- De hecho, hirotsu-san, usted puede retirarse, chuuya-kun, tu quédate hay un favor que me gustaría pedirte. - dichas estás palabras ambos asintieron y el mayor se retiro, dejando solo al de sombrero en la sala con el mayor, y la niña inconsciente en el sofá.

- Dígame Boss, que necesita?.

- Necesito que averigües en que hospital está Dazai-kun, para mañana, y también como se encuentra, me acompañaras a ir a verlo.

- Entiendo, ¿puedo hacerle una pregunta?. - pregunto.

- Adelante.

- ¿Que hará con la niña? - pregunto.

- Bueno, después de todo es mi 'hija' así que, tendré que cuidarla. - Respondió con una sonrisa mientras se dirigía a su escritorio.

- Entendido, si necesita algo más no dude en llamarme, Boss, con su permiso me retiro. - dijo haciendo una reverencia en señal de respeto, para luego darse la vuelta e irse.

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[6:28]

Ya era la mañana siguiente, el sol apenas estaba dando sus primeros rayos de luz. Y en la sede de la por mafia se podía ver a alguien que se supone y es el jefe, lloriqueando, si, ¿Raro, no?

Pero no para algunos, en fin volviendo al caso, estaba así, por qué, por primera vez en los años que llevaba siendo jefe de la Port mafia, alguien lo había ignorado por completo.

- ¿Ahora que le pasó? - pregunto una mujer de aspecto elegante que portaba un kimono algo rosa, tirando a rojo, y su cabello peli-naranja.

- Bueno su supuesta 'hija' despertó, hace dos horas, y rintauro, le intento hablar, pero la niña ni siquiera se movió de su lugar, ni a dicho una sola palabra, parece una muñeca sin vida. - dijo la habilidad del hombre, mientras comía una rebanada de pastel, para después continuar - Aunque no la culpó, yo tampoco le hablaría a mi secuestrador, pero no sé preocupen, intentaré hacer que hable.

Dicho eso la mujer dió un suspiro cansado, al ver cómo la niña se alejaba hacia a dentro de la oficina, pues ahí se encontraba la niña, ayudo a levantar a su supuesto 'jefe' del piso, se quedaron enfrente de la puerta para escuchar la conversación entre las dos niñas.

- ¡Hola! Me llamo elise, y tu? - hablo la niña rubia, enfrente de la peli-gris.

- H-hola.. el nombre que me puso samu, es Mizuki. - dijo con timidez.

☆Cómo los ojos de Mizuki  ☆ (soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora