(pov: omnivonciente)

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Te quiero odazaku..

Agua corría entré mis dedos, mis pies y prácticamente todo mi cuerpo. ¿Cómo me llegue a estar ahogando? Estaba confundido, lo último que recordaba era que ese auto me arrollo y que perdí la conciencia debido al golpe en la cabeza, un momento ¿Y Mizuki? Abrí los ojos de golpe al recordar mejor lo que pasó. ¿Donde estaba Atsushi? ¿Lo abran rescatado? ¿Mizuki estará ahora en la agencia? ¿Donde carajos estoy? ¿No me había arrollado ese auto? ¿Por qué no siento ningún tipo de dolor?

Varias preguntas corrían por mi mente hasta que logre salir de abajo del agua llegué a la superficie. Y al respirar de nuevo con normalidad abrí los ojos y lo que ví era, nada, no habia absolutamente nada.

Derrepente empeze a nadar ¿A dónde iba? Ni yo lo sabía, solo nadaba  como si hubiese algo esperando me, aunque todo lo que había en aquel lugar era agua. Llegué a una parte donde ya no debía nadar pues el agua ya no era tan profunda, podía caminar y eso hizo camino y siguió caminando, pero derrepente se detuvo en seco y vía algo, mejor dicho a alguien, que nunca se hubiese imaginado de ver de nuevo.

Nunca pensó volver a ver esa sonrisa tan bella de la cual se había enamorado perdidamente, de  esos ojos azules como el mar oscuro que siempre lo miraban con cariño, esos cabellos rojizos que siempre le encantaba peinar. Ahí estaba la persona de la cual se enamoro perdidamente, de esa persona a la cual no volvió a ver, de esa persona a la cual le tenía un inmenso cariño, a la cual aún le tiene cariño.

A la cual iba todo el tiempo a visitar al cementerio, a la cual le hablaba sin importar y sabiendo que está no lo escucharía, por qué estaba en un sueño demasiado profundo, uno del cuál ya no despertaría, para ir a tomar al bar con sus amigos. Uno al cuál aún le lloraba en silencio cada noche.

Ahí estaba, odasaku estaba ahí mirándolo con el mismo cariño que siempre le tuvo, hasta el día de su muerte.

- Odasaku.. - penso - ¡Odasaku! - grito - ¡ODAZAKU! - grito más fuerte, con una voz que a cualquiera le erizará la piel de solo escucharlo, su grito sonó desgarrador como si le estubieran quitando un brazo, o alguna parte del cuerpo, bueno se parecía a la situación, pero no le estaban quitando nada, solo no entendía nada, ¿Donde estaba? Se pregunto así mismo ¿Por qué odazaku no le respondía? Solo seguía mirándolo con la misma sonrisa.

Me acerqué un poco a dónde estaba odasaku, el solo me miraba, no se movía, no hacía nada, solo sonreía mientras me miraba.

Derrepente la sonrisa en su rostro se borró mostrando un rostro serio, eso hizo que frenará en seco a unos pocos metros de el.

Hiba a decir algo pero el me interrumpió y hablo primero.

- Dazai, debes irte, tu no deberías estar aquí. - dijo con preocupación.

- ¿A dónde debo ir? Ni siquiera se dónde estoy, odasaku. - dije

- Debes ir de vuelta. - repitió, mientras se daba la vuelta para marcharse.

Yo solo lo mire y empeze a seguirlo, quería respuestas, y no me iría sin el tampoco.

Yo solo lo mire y empeze a seguirlo, quería respuestas, y no me iría sin el tampoco

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☆Cómo los ojos de Mizuki  ☆ (soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora