BESO
Miraba enojada a las personas a mi alrededor, incluyendo al gran coronel Philips.
—Tenemos un gran hombre al cual están utilizando como si fuera un payaso —les reclamé. El coronel rueda los ojos, lo que me hace enojar aún más, y golpeo la mesa con fuerza—. ¡Meses! Para poder obtener la manera de hacer ese maldito suero. Tuvimos resultados: Rogers es fuerte y tiene una gran capacidad. Tenemos que mandarlo al campo.
El coronel no se inmuta ante mis reclamos, lo que me molesta mucho más.
—Rogers está donde se merece estar.
Suspiro y me masajeo la sien.
—Buscaré la manera de que él esté en las tropas —digo mientras salgo de la gran carpa—. Él les va a callar la boca.
Camino hacia la tarima donde se estaba presentando Steve y veo cómo le están tirando frutas, lo que me hace rodar los ojos.
—Esto no es justo —escucho la voz de Peggy a mis espaldas.
—Hay muchas cosas que me parecen injustas —le respondo mirándola.
—¿Cómo están las cosas en Austria? —pregunta.
Estuve unas semanas en Austria y la situación estaba peor que aquí en Italia. Steve todavía no sabía que había llegado a Italia; era una especie de sorpresa.
¿Mi relación con él? Se puede decir que está en un estado complicado. Él era muy inocente y yo tal vez había perdido mi inocencia el día que salí del vientre de mi madre.
Él iba muy lento y yo muy rápido. Sin embargo, aún así él se dedicaba a conquistarme con pequeños detalles que hacían que mis sentimientos empezaran a surgir de formas intensas. Pero aún no nos habíamos besado, y todavía no sabía si él estaba listo para que yo pudiera dar ese gran paso.
—Muchas personas muertas. Intento salvar a la mayoría, pero para mí es imposible —intentaba darle mi sangre a la mayoría de los heridos, pero no podía hacerlo con los miles y miles de hombres que estaban muriendo al día.
—Tranquila, no debes echarte la culpa —me da un apretón en el hombro y asiento.
—Iré a buscar unos documentos —ella asiente y me iba, pero vuelvo a mirarla—. No le digas a Steve que volví.
—Claro, guardaré tu secreto —sonrío agradecida.
[•••]
Una lluvia torrencial caía en Italia. Sin embargo, tenía que encontrarme con Steve, ya que no había logrado verlo con todo el papeleo que tenía que hacer.
Así que tomé una sombrilla y caminé hacia la carpa donde me habían dicho que se encontraba. Llegué y él no se había dado cuenta de mi presencia, así que me acerqué y le soplé en el oído. Él volteó asustado, pero sonrió al ver que era yo. Estiró sus brazos y yo lo abracé, sentándome en su regazo. Él se sonrojó, lo que me pareció tierno. Veo una libreta que tenía donde había dibujado a un mono con la ropa del Capitán América.
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𝕷𝖆 𝖍𝖗𝖎𝖇𝖎𝖉𝖆 𝖔𝖗𝖎𝖌𝖎𝖓𝖆𝖑 • S.Rogers
FanfictionDonde Adeline empieza explorar sentimientos nunca antes sentidos. Ella tendra que confiar y dejarse llevar. Steve Rogers × Los originales Inicio : 12 -agosto-2023 Finalizada : Todos los derechos reservados