Capítulo 25 "Entre sombras y decisiones"

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El sol se filtraba tímidamente por las cortinas de la habitación de Ramón, marcando el inicio de otro día. Se estiró perezosamente, sintiendo el suave murmullo de la rutina que lo aguardaba. Al levantarse, el aroma del café recién preparado flotaba en el aire, guiándolo hacia la cocina.

Mientras preparaba el desayuno, Ramón dejó que su mente divagara, recordando los momentos compartidos con Poppy la noche anterior.

Flash Back

Ramón miró a Poppy con una mezcla de inseguridad y determinación.

Ramón: yo...

Poppy lo observó con atención, sus ojos buscaban respuestas en los gestos de Ramón.

Poppy: Ramón, sé que las cosas se han vuelto difíciles, pero no creo que romper con nuestra amistad sea la solución.

Ramón: -respiró profundamente antes de hablar- Necesito claridad, Poppy. Mañana a medianoche, en el lago al que fuimos, si no aparezco, se acabó.

Poppy lo miró con sorpresa, y luego asintió con seriedad.

Poppy: Está bien, Ramón. A medianoche. Pero espero que encuentres las respuestas que buscas.

Se miraron con una mezcla de tristeza y esperanza, conscientes de que la próxima noche sería crucial para el destino de su relación.

Fin Flash Back

El chisporroteo de los huevos en la sartén y el aroma a pan tostado llenaban la cocina, creando una atmósfera acogedora que contrastaba con las sombras de incertidumbre. Con un suspiro, Ramón se sentó a desayunar, preguntándose cómo enfrentaría los desafíos que se avecinaban y cómo influirían en la relación con Poppy.

En el desayuno, Ramón se encontraba sentado junto a su hermanita Cassie, quien observaba con ojos curiosos y llenos de complicidad. Cassie, notó la carga emocional que pesaba sobre Ramón y con una sonrisa solidaria rompió el silencio

Cassie: Ramón, ¿qué pasa? Parece que algo te preocupa

Ramón: -hace una risa fingida- ¿Qué? Tonterías, son inventos tuyos, estoy bien.... mejor que nunca -sonando desanimado en su última frase-

Cassie: no intentes engañarme, es obvio que algo te pasa, estás tan pensativo que el aguacate de tu tostada ya se puso negro

Ramón: -mira su plato y al comprobar que Cassie dijo la verdad lo hizo a un lado-

Cassie: ¿sabes, Ramón? Creo que estás enamorado

Ramón: -frunció el ceño, sorprendido por la afirmación de su hermana- ¿Enamorado? ¿De quién estás hablando?

Cassie: de Wendy Guevara... ¡¿De quién crees?! Obviamente de Poppy

Ramón: para empezar, eso no fue gracioso -molesto- segundo, no tengo idea de a qué te refieres -aun tratando de negarlo-

Cassie: -rio suavemente, jugando con un mechón de su cabello- oh, vamos, Ramón. He visto cómo miras a Poppy cuando piensas que nadie está mirando. Es obvio que te gusta.

Ramón: -trata de disimular, negando con la cabeza- no sé de qué estás hablando

Cassie: -arqueó una ceja, desafiante- no me engañas, sé lo que es estar enamorado, y tú lo estás

Ramón: -suspiró, rindiéndose ante la astucia de su hermana- está bien, tal vez me gusta un poco, pero no es tan sencillo, somos diferentes, de maneras que ni puedes imaginar

Cassie: -sonrió triunfante- el amor no entiende de diferencias, Ramón. Es algo mágico y único ¿por qué no intentas admitirlo?

Ramón: -se rascó la cabeza, resignado- está bien, lo admito, tal vez siento algo por Poppy. Pero no sé qué hacer al respecto, nuestras vidas son como dos mundos distintos

Cassie: -le dio un abrazo reconfortante- no te preocupes, hermano, el amor siempre vale la pena, incluso si es complicado. Si realmente sientes algo por Poppy, deberías seguir a tu corazón

Aunque las palabras de Cassie proporcionaron cierto consuelo, Ramón se encontraba dividido entre el amor y el temor a lo desconocido. Durante el día, los recuerdos de su desamor con Gwen lo atormentaban, recordándole las cicatrices que el tiempo había sanado.

Reflexionó sobre las palabras de su hermanita, sintiendo que, de alguna manera, la respuesta se encontraba en la mezcla única de amor y comprensión.

La mañana y la tarde se desvanecían, y el reloj seguía su implacable marcha hacia la medianoche. Ramón, en un intento de encontrar claridad, se refugió en los recuerdos de lo que había superado. Con cada paso, la decisión se tornaba más inminente.

Al caer la noche, el peso de la elección se volvía casi tangible. En su mente resonaba la pregunta: ¿Podría abrir su corazón nuevamente, incluso si eso significaba enfrentarse a lo sobrenatural? La respuesta estaba en el horizonte oscuro, esperando revelarse con el tic tac de la medianoche.

La luz de la luna iluminaba apenas el denso bosque mientras Poppy aguardaba entre las sombras, su corazón latiendo al ritmo del tiempo que se escapaba.

La oscuridad se cernía sobre ella cuando, justo en el último minuto, Ramón emergió, se acercó, rompiendo la distancia entre ellos, su corazón latía fuerte mientras enfrentaba la encrucijada que definiría su destino.

Ramón: Poppy -murmuró, sus ojos reflejando la lucha interna-

Poppy: Ramón, comprendo tus dudas, pero quiero que sepas que mi amor por ti es real y eterno. No puedo cambiar lo que soy, pero puedo prometerte que siempre lucharé por nuestro amor

A la luz de la luna, sus ojos se encontraron, y comenzó una conversación cargada de anhelos contenidos.

Ramón: -extiende la mano hacia Poppy- no importa lo que seas, lo que importa es quién eres para mí, no puedo ignorar lo que siento -confesó- te amo, Poppy, sin importar las sombras que puedan envolvernos.

Entonces, en un gesto de valentía compartida, sus labios se encontraron en un beso apasionado, uniendo dos almas que desafiaban las barreras de la realidad. Bajo el manto de la medianoche, el bosque guardó el secreto de ese momento robado, mientras sus corazones latían al compás de un amor que florecía en la penumbra, sellado con el dulce sabor de su primer beso compartido.

Ramón: -se separa del beso- y no te ofendas, pero te equivocas

Poppy: ¿sí? ¿Sobre qué?

Ramón: en que estamos en caminos separados, no son caminos separados, tú eres mi camino y siempre vas a ser mi camino. Sé que hay más de mil razones por las que no debemos estar juntos, pero estoy harto de ellas, hay que hacer una elección... y yo te elijo

Sin decir una palabra más, se acercaron nuevamente, dejando que la conexión entre sus labios hablara por sí misma. El beso fue apasionado, un intercambio de emociones y anhelos que se habían mantenido en silencio por demasiado tiempo. Sin embargo, en medio de la intensidad, el viento juguetón sopló, llevando consigo el inconfundible aroma de la sangre de Ramón.

Poppy sintió el hambre despertar en su interior, un recordatorio cruel de su naturaleza vampírica. Su instinto se agitó, pero con una fuerza de voluntad impresionante, resistió la tentación de sucumbir al aroma que la llamaba.

Poppy, apartándose suavemente, luchó por mantener el control, sus ojos reflejando la lucha interna.

Poppy: Ramón, esto es difícil para mí, pero no quiero lastimarte.

Ramón la miró con comprensión, aunque mezclada con una sombra de preocupación.

Ramón: Poppy, entiendo. No quiero que te hagas daño. Estamos juntos en esto.

A pesar del desafío que enfrentaban, decidieron abrazar el amor que compartían, sabiendo que la lucha contra los instintos vampíricos sería constante. La magia del bosque pareció envolverlos en una promesa de amor que desafiaba las sombras y la incertidumbre. El reloj de la media noche marcó no solo el inicio de su historia, sino también la superación de las barreras que amenazaban con separarlos.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2023 ⏰

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