All love is Real - Guns N' Roses

2. primer encuentro

Una noche como todas, los chicos mataban el tiempo en el Rainbow Bar, lugar al que iban con frecuencia. Sin embargo, algo esa noche logró llamar completamente la atención de Izzy.

Mientras los demás hacían bromas y bebían, Izzy se percató de que había una nueva mesera en aquel bar... era una chica de ojos color miel, cabello castaño por los hombros. Un poco alta, pero más baja que él. Tenía una muy buena figura y sus facciones eran delicadas. Sus labios eran de color burdeos y sus uñas largas de color rojo sangre.

El pelinegro de quedó viéndola, parecía fascinado. No dudó ni un segundo en acercarse a ella cuando la vió salir a fumar afuera.

— Mierda... —exclamó la chica mientras buscaba algo entre sus ropas. Al ver que Izzy se acercaba, habló primero—. Hola, ¿Tienes un encendedor?

— Oh, yo justo salía a fumar... Ten —dijo extendiéndole el encendedor.

— Muchas gracias —encendió su cigarro. Izzy sólo la veía.

Le dió una calada y luego volteó a verlo.

— Soy Carrie —Extendió su mano—, Carrie Lee. ¿Y tú?

— Me llamo Jeffrey, pero... dime Izzy. Izzy Stradlin —estrecharon manos.

— Ten tu encendedor —se lo pasó de aire—. Cuéntame sobre ti.

— Um... estoy en una banda como guitarrista rítmico, Guns N' Roses. A veces venimos a tocar aquí —se encoje de hombros.

— Oh, ¡sí! —responde con interés— los he visto en los volantes de la calle, mi compañera de piso es muy fan suya.

— ¿Nunca nos habías visto?

— La verdad no, esta es mi segunda noche trabajando aquí. Ya estoy harta, pero bueno. Eso pasa cuando debes pagar una renta —sonríe amargamente.

— Te entiendo —ríe—. Cuéntame un poco sobre ti ahora.

— Bueno, soy bailarina exótica, ya sabes, trabajo en distintos bares los sábados. Peeero, necesitaba un ingreso extra, así que estoy aquí —rió levemente, luego miró su reloj—. ¡Ya debo volver adentro, adiós!

— ¡Espera! —exclamó Izzy— ¿Me darías tu número?

— ¿Tienes para anotar?

Izzy sacó una hoja del pequeño block de notas que siempre llevaba consigo en caso de encontrar inspiración para una nueva canción, y se la dio. Ella anotó allí su número con una firma que al pelinegro le gustó bastante.

— Ahora sí, ¡Adiós!

— Nos vemos, te llamaré... —respondió, para luego ver la figura de la fémina alejarse gradualmente hacia el interior del establecimiento.

La chica se veía demasiado sexy en ese uniforme, e Izzy no pudo evitar imaginarla bailando con escasas prendas y luz roja. Su cabello estaba recogido, pero los restos que quedaban sueltos jugaban en el viento. No era su mejor perfil, pero esa pequeña converaacion bastó para que Izzy quedase pensando en ella día y noche. Iba al bar siempre que podía y se encontraban cada vez más seguido. Se conocieron cada vez más, y los sentimientos de Izzy crecían con el pasar de los días.