Lizzie Smith le dieron una noticia que no era realmente buena ¡Se tenía de mudar! Esa idea no le gustaba nada. Pero lo tuvo de hacer a regañadientes. Fue a Hogwarts e hizo buenos amigos pero también un enemigo, Draco Malfoy pero entre ese chico y...
Faltaba un día para que llegara el fin de semana y Wen y sus amigos tenían planes muy chulos. Ahora mismo la chica pelinegra se encontraba en la torre de astronomía. Sentada en un filito cual sentía el aire correr en la cara y el pelo despeinándose y veía las estrellas iluminando el cielo. Wen escucho unos pasos detrás de ella. Se giró y se sonrojo al ver a Harry Potter.
- Potter, ¿A dónde vas? - Wen se sorprendió por la fuerza en sus palabras. Harry se giró y miró a la pelinegra.
- Iré a mi cuarto, supongo.
- ¿Por qué?
- Porque estás aquí.
- Que yo sepa no tengo un virus terminal.
- Ya pero...
- Déjate de vergüenzas y siéntate conmigo y me das charla.
- Bueno, vale.
Harry se sentó al lado de la pelinegra y sonrió con amabilidad. Miro al frente y le brillaron los ojos al ver la preciosidad de noche que hacía. Wendoline miraba a Harry como se le iluminaba los ojos y también como le reflejaba la luna en sus ojos.
- Que preciosa noche. - Habló Harry y la pelinegra despertó de estar embobada.
- Si, cierto, es hermosa.
Wen miro al cielo hasta que noto una mirada desde su costado. Cuando miró a Harry mirándola fijamente con una sonrisa, ambos se sonrojaron y miraron para otro lado. Luego, se rieron. Al rato de conversar se fueron a sus salas comunes y de ahí a sus habitaciones.
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Era viernes el día favorito de todo el mundo y si no era así para Liss eras un monstruo y un traicionero o traicionera. Después de unas largas clases y arreglarse para ir a Hogsmeade con Wendoline y Lizzie. La rubia llevaba unos pantalones cargos de color verde militar mientras que en la parte de arriba llevaba un top de manda larga blanco también tenia amarrado a su cintura una chaqueta del mismo color de su pantalones y sus botas blancas. La rubia se bajó del carro antes de todas. Liss sonrió cuando el moño de la rubia se desmoronó más.
- La idea del moño ha sido mala idea.
La castaña y la pelinegra se rieron al ver a Nati soplar uno de los pelos que tenía en su cara antes de apártalo luego se quitó el moño y se aliso el pelo con un hechizo. Liss después, de ser la ultima en bajar del carro, miro a su amiga pelinegra esta vestía con unos vaqueros rectos de tiro alto de color azul claro en la parte de arriba llevaba una sudadera lila aunque se veía que llevaba un top de cuello de alto, de hecho Wendoline era una chica bastante friolera igual que Lizzie menos Natasha que era una bastante calurosa, también llevaba sus covarse blancas. Nati se paró.
- Dejad de reír.
Lo que provocó una sonrisa burlona de parte de las dos chicas ya que en todo ese rato no habían parado de reír mientras caminaban. Por ultimo, y no menos importante Liss iba vestida con su característico pantalón de campana de tiro alto negro con su top de cuello alto beige y una sudadera corta de pelitos por dentro del mismo color. Y en su outfit no podía faltar sus converse negras ni tampoco su cola alta. Luego de caminar un buen rato se pararon delante de una cafetería y las tres chicas se miraron cómplices.
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Luego de un tiempo de compras solo la castaña seguía bebiendo su café que era un Capuchino que estaba buenísimo además también era la única que llevaba solo un bolsa donde llevaba dos o tres prendas nuevas y algunos dulces del mundo mágico como el del muggle. Las otras dos chicas llevaban tres bolsas grandes donde llevaban sobre todo ropa nueva y algunos dulces del mundo mágico.
- ¿Nos tomamos el último café? - Preguntó la pelinegra pero al ver a Liss todavía con el primer café se le cambió la cara a una seria.- Todavía sigues con ese.
- Ya me lo termine. - Dijo tomando el último sorbo.
- Entonces para adentro. - Habló la rubia.
Las tres entraron en la cafetería y se dirigieron a la barra. La pelinegra pidió un café negro, la rubia uno con leche y con un poco más de azúcar y la castaña un capuchino con una cajita con algunos dulces que le encantaba del mundo muggle. Y un día más completado pensó Liss. Se montaron en el carruaje y el camino fue largo pero finalmente llegaron todas fueron a sus habitaciones a dejar las cosas y cómo Liss termino antes y todos los demás estaban ocupados fue a la torre de astronomía al ver atardecer pero se dio cuenta que ya había esperando la Golden Hour. Draco estaba delante ante las muchas barandillas. La castaña se acercó por detrás y en silencio solo rezaba porque Draco no se pusiera a la defensiva porque no tenía ganas de pelear ya que llevaba un buen día.
- No se porque lo llaman Golden Hour cuando creo que no dura una hora. - Soltó Malfoy.
La castaña se sorprendió que este iniciara conversación y sonrió. Malfoy vio este gesto de la castaña e hizo lo mismo.
- Y yo no entiendo como eres tan bipolar.
La cara de Malfoy se amargó y después cuando Liss esperaba que se pusiera a la defensiva se rio.
- Solo es una máscara. Mi verdadero yo es este,
- Me gusta más este Malfoy.
- ¿Cómo te sientes después de haberte mentido?
Liss se rió y luego cambio una cara seria.
- Menos mal que es una mentirijilla siéntete con suerte. - La cara de confusión de Malfoy se notó. - Odio a los mentirosos . - Aclaró la castaña.
