Greena tomó aire sintiendo que su amo la observaba. Era su amo, porque ella debía obedecer todo lo que él le pedía. No porque ella así lo quisiera, sino porque ella ya no tenía control de su propio cuerpo.
¡Hacía tanto tiempo que lo había perdido!
En ese momento, su larga cabellera castaña, que descendía por su espalda en una cascada de rizos, se agitaba por el viento. Sin su corazón en su poder, su edad se había congelado. Ni siquiera tenía derecho a estar en ese mundo, porque ella debía haber muerte desde el momento en el que perdió su corazón. Y, sin embargo, estaba encadenada a su amo, condenada a pasar desapercibida y esclavizada el resto de su existencia. Su juventud era su sello.
Miró hacia el horizonte y finalmente el insistente viento del norte, que la había estado empujando desde que se acercó al acantilado, ganó la batalla y la obligó a lanzarse.
Abrió sus alas sin atreverse a mirar atrás, sintiendo cómo aquellos ojos de acero todavía permanecían posados sobre ella.
Planeó audazmente hasta que sus pies tocaron tierra entre caminos sinuosos y revestidos de piedra color terracota. Continuó su camino a pie a través de un bosque conformado por sendos pinos de intensos colores verdes, hasta que finalmente llegó a un pueblo de casas con paredes de piedra y techos de paja que rodeaban un pozo custodiado por un poco más de población arbórea de la que ella se había encontrado en el camino. Después de cruzar al otro lado del pozo, llegó a una pequeña plaza con un mercado en el centro que era el seno mismo de la vida en aquel lugar tan apartado y aparentemente inhóspito.
Greena caminó hacia el arco de entrada, sabiendo que pocos repararían en su presencia silenciosa.
Su amo necesitaba medicina y ella tenía que buscarla, porque él no podía mostrarse muy seguido ante otros, pues su rostro era uno de los rostros más buscados en Imma. No había un solo individuo en Imma que desconociera su existencia, aunque algunos solamente hubieran escuchado de él por leyendas que habían pasado de boca en boca.
Ella se colocó una capa para esconder sus alas de plata antes de continuar con su pequeña travesía. Primero cruzó el arco de entrada al pueblo, el cual le daba una triste bienvenida. Sus maderos eran viejos y presumían un rojo descolorido, carcomido quizás por el tiempo; quizás por el fuerte viento que frecuentemente soplaba por aquellos lares. Las casas que vio a continuación no tenían mejor aspecto. Los techos parecían derretirse con sus espigas expuestas a los dos soles y las paredes de piedra presumían un deprimente color grisáceo que dejaba mucho que desear. Obviamente aquel era un pueblo de categoría de plata y blanco. Aquellos pueblos se conocían como pueblos "tabla". Se trataba de un juego de palabras que combinaba la última sílaba de "plata" y la primera de "blanco". Era una forma de distinguir las distintas poblaciones de seres alados que habitaban Imma, porque aquellos seres no solamente se caracterizaban por sus alas, sino por su vena clasista.
Al principio de los tiempos, cuando los historiadores comenzaron a relatar la historia de Imma a través de la escritura, se distinguían ya cuatro categorías: blanco, cobre, plata y oro. Como la categoría de plata era la más habilidosa con las palabras y la persuasión, su estirpe dominó la política por miles de nakere. Sin embargo, cuando los primeros vestigios de guerra azotaron Imma— mismos en los que Greena había perdido su corazón—, la categoría de plata perdió su prestigio y cayó en la absoluta desgracia, al grado que pocos sobrevivientes había con alas plateadas. Greena era uno de esos pocos.
Sin embargo, al cruzarse con rostros alegres y serviles se dio cuenta en la farsa en la que estaban sumergidos. "Pobres ingenuos" pensó mientras se abría paso entre seres que poseían dos piernas, dos brazos, dos ojos y se movían con una despreocupación que obviaba su ignorancia. Las matanzas que había iniciado la categoría dorada ya habían arrasado con tantas provincias de gente de semblantes despreocupados. Seguramente ellos serían prontas víctimas que no tendrían oportunidad de protegerse.
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Lazos de Oro y Plata: Leyenda De Oro I
FantasíaDedicado a @Swelle007 ^.^ Las categorías blanco, cobre, plata y oro dejaron atrás su periodo de paz para entrar en un estado de guerra que puede significar el final de la categoría plata. Greena, sin saberlo, se volverá la única esperanza de su ca...