CAPÍTULO 3

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Ellos se quedaron abrazados por varios minutos hasta que se uno de ellos recargaba todo su peso en el otro, como si estuviera muerto.

Así es suguru se había quedado dormido en ese abrazo tan profundo que se dio con satoru, y este último para no molestarlo le alzó y subió hasta su cama, no quería quitarle ese sueño y desconecto su video-juego...

Espera, donde dormiría el...

Dormir al lado de suguru generaba algo de riesgo, pero tampoco no sería tan entrometido al entrar a la habitación de este y dormir como si nada en su cama...

Eso sería malo...

El de cabello blanco dio un quejido de frustración al no saber que hacer, lo que se le ocurrió fue echarse al costado de suguru pero a espaldas, para no incomodar.

Y así paso toda la noche, el pobre Satoru no podía dormir porque escuchaba los suspiros y suaves quejidos de suguru cuando este mismo se movía, pero al final al joven albino le ganó el sueño y se quedó dormido, en un sueño tan profundo que no sabia que hacía en la realidad.

Geto, quien se comenzaba a despertar debido al entumecimiento de algunas de sus extremidades al no ser movidas como era debido, se encontraba serca, casi besando la pared, pues sentia a otra persona detrás suyo.

/No puede ser/ el azabache se movió con algo de dificultad.

Al estar ya sentado sentia dolor en la espalda, cuello y brazo izquierdo y este por estar ya hace minutos apoyado con todo su peso.

Más tarde le dolería más, uy que doloroso sería.

Miro de reojo a su acompañante en esa cama individual que claramente, era solo para una persona y no para dos como estaban ahora mismo, estaba el albino, durmiendo plácidamente, como una estrella.

Satoru había estirado todo su cuerpo hasta el punto de casi dejar sin espacio a geto, que gracias al primer mencionado este segundo tenía el cuerpo adolorido.

El azabache, decidió retirarse con cautela para no despertar al mayor, aún era temprano solo faltaba una hora y media para que el despertador sonara.

- Iré a mi habitación a descansar, me duele mi cuerpo - se menciono susurrando para si mismo, con un tono agotado.

El asiático, al ya estar en su habitación se dispuso a frotarse con su cama, su dulce cama, se dio cuenta de algo al hacer eso.

Su olor apenas lo podía oler, el que más predominaba era la de Satoru, a suguru se le subió los colores a la cara, su cuerpo solo olía al albino, eso hizo saltar de felicidad al omega interior de suguru, estaba feliz...

Y mucho.

Se envolvió con la manta de su habitación dispuesto a dormir, luego pensaría con claridad.

Se había olvidado por completo que le dolía el cuerpo, vaya, el dolor es solo mental.

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El joven albino se había despertado algo tarde, pero también desconcertado al no ver a suguru a su lado.

/aah que mal/ se quejaba mentalmente mientras corría a su aula.

Y ahí los vio, una pelicastaña también se encontraba en su pupitre.

- Vayaa, dulces tardanzas Satoru - mencionaba aquella chica de cabello corto.
- Ay no ayudas Shoko - entrando al aula.
- Buenos días Satoru..m
- ah?... hola profesor Yaga - sonriendo hacia este.
- No cambias satoru, pensé que ibas a llegar temprano - su mano paseándose por su cien.
-¿porqué lo haría? - Que pregunta tan irrespetuosa.
- Como que ¿porque?, si te quedaste en el colegio, tu siempre te vas a tu hogar.
- hubo un cambio de planes - /más bien una persona me hizo cambiar eso/ - No se preocupe, me desperté tarde porque mi alarma no sonó, pero eso no volvera a ocurrir, llegare a la hora.
- Bueno, si eso es así, todo está bien - cerrando la conclusión.

- Hola suguru - satoru le susurraba a geto con una sonrisa.
- Buenos días satoru, hola - también mostró una sonrisa, pero en el acto sus ojos de achicaron solo se veían líneas rasgadas.

/que bonito se ve cuando sonríe, sus ojos se hacen pequeñas líneas/ sonrojado.

- ¡SATORU! -

PUUM!

un gran golpe chocaba con la cabeza de satoru, que doloroso.

- ¡Presta atención a la clase! - la vena del cuello pareciera estar a punto de explotar.
- Siii!, lo siento - sobandose el chichón que creció en su cabeza.

Las clases transcurrieron con tranquilidad...

- que tan si vamos al gimnasio a practicar artes marciales, como esos expertos en las películas - la mujer quiere pelea!!.
- Yo quiero practicar, vamos los 3 - dijo geto emocionado.
- ¿Porqué no?, andando - termino satoru.

El trío se dirigió tranquilamente cruzando muchas aulas y topandose con algunos alumnos como haibara y nanami, que también fueron a acompañar al trío dinamita.

Que ahora eran los 5 fantástico. Fua!!

Geto no los conocía mucho pero se fue a acostumbrando a su presencia.

Ya al llegar al lugar, unos se sentaron y otros fueron a concursar para ganar unos cuantos combates, esto se va a poner bueno.

Los primeros en entrar fueron haibara y nanami.

Yu haibara:
17 años
Omega

Nanami kento:
17 años
Alfa

- Y yoo shoko seré el árbitro - después de presentar a los contrincantes - ¡A PELEAR!-

...

- ¡YU HAIBARA! GANÓ!

Kento se dejó hacer una llave y perdió...

Nanami se había dejado ganar, el peliblanco y la pelicastaña les había contado a suguru que haibara y nanami son pareja, por eso la derrota del Alfa.
Quien lo diría.

Ahora venía su turno, esto estará interesante...

[^^] ~♡

Compromiso / [SATOSUGU] [OMEGAVERSE].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora