¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Kagome? —lo escuchó hablar dulcemente. Levantó el rostro y lo miró dubitativa, preparándose para lo peor—. Hace frío… —Acto seguido, él caminó desnudo e imponente hasta el haori y se lo puso sobre los hombros con una sonrisa—. Te enfermarás.
Esa sonrisa no podía ser fría. —Te amo… —admitió ella.
Él se quedó callado y bajó el rostro, deshaciendo el contacto entre sus miradas. Por primera vez, Kagome Higurashi quiso morir de verdad, casi podía sentir cómo un abismo de tristeza la absorbía sin control.
Entonces, él levantó la vista y la clavó en ella determinado. —Yo también… —dijo seguro y sin titubear—. Perdóname por no decírtelo hasta ahora…
Ella sonrió sencillamente. —No importa, nunca es demasiado tarde. —Entonces, volvieron a perderse en el preludio de otro encuentro.
FIN
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.