Subo al auto rápido,mi respiración es rápida y me siento agitada,veo a Ander tratando de regular también su respiración aun lado mío, en el asiento del conductor.
Miro su cara, su nariz sangra, se pasa la manga de su sudadera por ella y puedo ver sus nudillos de las manos rojos y lastimados, miro alrededor y veo a aquellos hombres salir del lugar.
—Ya vienen—hablo en casi un susurró, Ander me mira y después atrás.
—Mierda—suelta, mete las llaves y arranca tan rápido que casi siento que salgo del auto pero su brazo me empuja de nuevo a mi lugar—Ponte el cinturón—le hago caso por qué no tengo intensiones de querer morir ahora mismo.
Creo que debería empezar de nuevo, más bien en como llegué.
Recuerdo aver subido al auto de Heineken y manejar de nuevo a aquella casa, me había vestido como chico para disimular, al entrar me di cuenta que había gente afuera tosiendo, habían roseado algún gas, tome un cubre bocas que un chico me había dado al verme llegar, en los pasillos había chicos tirados, ayude a levantar a algunos y intenté sacarlos, pero estaba buscando a Ander.
Me adentre al segundo piso, allí estaba, escuché su voz, junto con la de otros, asome ligeramente mi cabeza para ver algo, solo vi a Ander rodeado de hombres y todas le apuntaban a el, escuché a un hombre salir y me agache detrás de unas cajas que estaban arrinconadas en la pared.
—Si, aquí está, lo tenemos retenido, también a Red—este explicó por teléfono—¿Dónde los llevamos?—mire a hacia ambos lados buscando algo, vi un jarrón de decoración, era lindo, lástima que lo utilizaría.
Me levanté despacio y en estos momentos agradecía ser tan pequeña, le rompí el jarro en la nuca este me miró confundido y tan rápido lo tenía en el piso, le hice una señal con mi dedo poniéndolo en mi boca diciéndole que guardara silencio, le quite el arma que llevaba, era un chico menos que yo, se notaba.
—¿Cuántos hay adentro—dije pisando su pecho, mientras le apuntaba y buscaba algo para atarle las manos.
—Siete personas—me dijo mirándome precavido, no podría con tantos, necesitaba pensar.
—Quiero que entres allí y hagas que todos salgan de la habitación —le dije al hombre este solo me miró riendo.
—¿Y si no lo hago que?
—Eso no lo puedes saber—le dije mirándolo muy segura, tendria que arriesgarme—te estare viendo si haces o dices algo que no, te disparare justo aqui—le toque la cabeza, en la frente—quiero que todos ellos entren en aquella habitación—señale la puerta que estaba detrás de mi.
—De acuerdo pero como se que no me harás daño de cualquier modo—pregunto algo confuso, este chico me miro inseguro.
No conteste nada, solo lo mire y el camino rápido hacia dentro de la habitación donde estaba Ander de nuevo, solo esperaba que hiciera lo que le pedí por qué no podría disparar, yo no era una asesina, no lo sería, no con el, escuché que les dijo algo, todos salieron para mí buena suerte y se metieron en aquella habitación, puse el seguro por fuera y los escuché gritar y empujar la puerta, pero no di a tiempo, entre tan rápido con Ander.
—¿Que mierda?—me baje el gorro del suéter y comenzé a desatar las manos de Ander de la silla que estaba atado—¿Laisha?
—Tenemos que salir ya, no tardarán en abrir la puerta—le hablé, pero el solo me miró sorprendido.
—¿Cómo entraste?—me dice aún sorprendido.
—Por la puerta—respondo ahora desatando el otro brazo.
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Mi dulce y sangrienta venganza
Ciencia FicciónLaisha era una chica que tenía una vida muy normal,vivía en su pequeño pueblo con su madre y padre. Pero todo cambio una noche, su padre a muerto, ella está segura que no fue ningún accidente y no piensa quedarse de brazos cruzados. Planeará su DULC...