♯𝐁𝐓 •˖* ℘ ; Sometimes, in the middle of the night, I can feel you again, But I just miss you, And I just wish you were a better man . ₊˚.༄
♯En donde las Howard viajan a Silver Hills, colorado por el fallecimiento de sus...
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003 ;SNAKE!
Daba por terminar mi última clase acompañada de Michèle, quien después de separarse de mi su felicidad aumentó más de lo normal a como estaba esta mañana. Quien la pelirroja anhelaba por algún motivó que ya fuera hora de salida, y cuando fue no tardó en soltar brincos de emoción mientras dábamos camino hacia la salida.
—Y tú, Robyn ¿Tienes un enamorado allá en Nueva York?—pregunto, y yo bufé ante la pregunta repentina.
—Tuve uno. No fue nada bonito, espero no volverle a mirar la cara. —dije denigrándolo. Michèle alzó las cejas sorprendida y me miro.
—¿Por qué tanto odio hacia él?— se miro sorprendida, y yo suspire. Aún no quería hablar sobre eso.
—Porque es un idiota. Un idiota en miles de idiomas. — río viendo como me había exaltado mencionándolo, decidiendo que era mejor desviar el tema. Y lo agradecía.
—Yo tengo un hermano en Nueva York. No tenemos contacto, desde que se fue no ha hecho ninguna llamada conmigo es prácticamente como si se hubiera olvidado de mi. De vez en cuando viene pero es sin avisar y enserio, es un dolor de cabeza tenerlo en casa. —Bajo la mirada ante lo mencionado. Amortigüe mis labios pensando en que decirle a la pelirroja. Y como decía, no soy buena entablando una conversación. —No hablemos de eso, ¿tienes alguna fobia? —Reí ante la pregunta, pero no tarde en aceptarlo.
—Odio, aborrezco las serpientes. —Respondí entre risas, y comenzando a jugar con mis manos. —Es que.. una vez, en el zoológico una serpiente me mordió. Y no fue nada grave, pero el trauma y la demanda ahí están. —me burle a lo ultimo, quien Michèle quedó boquiabierta ante lo mencionado.
—¿¡Te mordió una serpiente!? —asentí.
—Da igual, tan solo pensar en una se me pone la piel de gallina. —dije sintiendo un escalofrío por todo mi cuerpo. —¿Y tú? ¿Tienes una fobia?
—Isaac.. —respondió en un susurro. Y yo fruncí el ceño de inmediato ¿había escuchado bien?
—¿Qué? —escuché perfectamente, solo quería confirmar que estaba segura.
—Nada, nada. —exclamo nerviosa Michèle. No quise objetar algo más, pues parecía que lo había soltado accidentalmente. —Quise decir que mi fobia es la paternidad. Amo a los niños, pero el simple hecho de pensar en mi siendo madre me pone los pelos de punta.
—Si, da miedo tan solo pensarlo. Pero no te preocupes por eso nos falta tiempo como para pensarlo. —Dije, deteniéndome cuando vi que ya habíamos llegado a la salida, abriendo la puerta y dándole el paso a Michèle.
—Mi mamá está fascinada con la idea que uno de sus dos hijos les de nietos. —Una mueca se generó en el rostro de la pelirroja, ocasionando que dejara escapar un suspiro. —Mi hermano. Él tiene más posibilidades y a como he escuchado; él está esperando al amor de su vida que ya está fuera de su alcance.
