chapter four : the cole effect.

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004 : THE COLE EFFECT

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004 : THE COLE EFFECT

¿Por qué el tercer día se me hacía más pesado que el primero o segundo? Ya hacían dos tres días que había llegado y sentía que aún no podía adaptarme. Todo era tan... ¿complicado?

Incluso, me sentía peor que ayer con Rumple, la serpiente.

Desperté con los ruidos provenientes de mi hermana quien seguramente se arreglaba para hacer ejercicio, como lo hacía cotidianamente. Y aunque intente conciliar el sueño de nuevo, fue en vano.
Sus ruidos habían sido suficientes para que esfumara mi descanso, y comenzara con mi tediosa rutina matutina.

Llena de frustración, me sumergí en mi almohada chillando de enojo, y terminando mi puchero, me levante de mi cama, yendo para mi espejo.
Fruncí mi ceño cuando vi mi rostro todo acabado, ¿como alguien seria capaz de no reírse de mi rostro matutino? Lo odiaba, aborrecía por completo lo horrorosa que me veía por las mañanas. Digo, ¿Por qué no me podía ver lo suficiente hermosa cuando me despertaba? Desearía ser las otras personas.

Tratando de borrar mi pensamiento enemigo, fruncí el ceño por segunda vez y me dirigí hacia mis cosas de baño para recogerlas. No quería esperar más, anticipando el alboroto que se desataría cuando todos despertaran y se prepararan para el instituto.

Al tomar mis pertenencias, me encaminé hacia el baño. En el trayecto, noté un papel con horarios para usar el baño. Aunque decidí restarle importancia, ya que aún faltaba tiempo para que fuera el primero en la lista. Y aunque ya lo fuera, honestamente, me daba igual.

Entré al baño y, por precaución, cerré la puerta con seguro. No quería enfrentarme a la sorpresa de que alguno de los chicos entrara pensando que estaba ocupado por uno de sus hermanos.

Abrí la regadera y sumergí mi cuerpo bajo la cálida corriente del agua, dejando que los pensamientos se disolvieran con cada gota que caía. El sonido constante creaba una especie de refugio, un breve espacio donde el mundo exterior quedaba suspendido. Mientras el vapor llenaba el espacio, disfruté de la sensación revitalizante, permitiéndome desconectar por un momento de todo lo demás.

Después de un tiempo, decidí que ya era hora de salir de la ducha, envolviéndome en la toalla y recogiendo mis pertenencias. Al abrir la puerta, di un respingo al ver la silueta del rubio frente a mí, con su toalla ya puesta y mostrando los definidos músculos de su abdomen.

¿Qué a él su horario de baño no era de 6:45 am? Raro, faltaba aún para que esa hora llegase.

Él pareció darse cuenta, soltando una risa que me estremeció. Me encogí de hombros, evitando completamente mirar su abdomen desnudo.

—Deberíamos dejar de cruzarnos así, ensueño. —dijo Cole con un tono coqueto, provocando que tragara saliva nerviosamente.

BETTER MAN cole walterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora