* Pov calle *
Me escondia en cada rincón oscuro de mi habitación, tratando y evitando así, no ser vista por cualquier persona que me amara y que le doliera verme de tal manera, de una manera tan despreciable y repugnante que era como me encontraba en estos momentos... me pregunto si aún habrá algo en mí de lo que era antes, así fuera una chispa o una gota de esperanza en mí ser.
- ¿Qué si no me quería? - Era algo que no podía responder con certeza y algo doloroso de cierta manera, porque no logro comprender como no todos nos amamos tal y como somos, pero este no era mi caso; realmente ni recuerdo cuando fue la última vez que lo hice y a eso me refiero a quererme... incluso sería un poco atrevido de mí parte no responderlo con sinceridad o inclusive quedarme muda con esa pregunta que claro esta, todo el mundo se la sabe o que cualquier persona que me viera en esta condición, supondría la respuesta.
Tampoco comprendo el como funciona la noche, me encantaría en algún momento comprenderla y entenderla, por ahora solo me conformaba con verla desde mi rincón no tan oscuro por la luminosidad de la hermosa noche estrellada que tenia en frente, llebava tanto rato admiradora y contemplandola que conté 3 estrellas juntas, 1 más apartada siendo la más luminosa y 5 más separadas. Recuerdo que de pequeña nuestros padres nos decían que en la noche se podía contemplar mejor a los reyes magos, los cuales siempre estarían juntos y los cuales nos representarían a nuestra pequeña familia. Ahora todo es una completa basura.
Quizas las personas a mí alrededor me digan que soy una exagerada, que todo se soluciona con unas cuantas palabras, (que por cierto no han acertado ni en la primera) también suponiendo que ellos no saben lo que tengo, lo que siento y lo que me hago.
También he de suponer que esta noche me dio por hablar de mí, algo diferente a todo lo que ronda por mi cabeza todos los benditos días, cosas que no me dejan conciliar el sueño, cosas que no me dejan estar tranquila y no me dejan mantener estable mi mente con unos segundos de tranquilidad. - ¿Qué pasa o que tienes Daniela? - se preguntaran... pero es algo que aun no se me da decir, supongo que aún estoy buscando las palabras más adecuadas y correctas. Después de todo no soy tan inútil, siendo la jefa de mis restaurantes.
¡Toc, toc! Sonaba sin parar la puerta de mi habitación, interrumpiendo así, mis sin fin de pensamientos, quise ignorar, pero acto constante, se abría la puerta de inmediato.
- ¿Dani, estas ahí? - preguntaba Petter, mi hermanito - Daniii, voy a pasar, no puedo dormir... tengo miedo del árbol de mí ventana - decia lloriqueando.
Inmediatamente me levanto de mi amado rincón, sacudiendo y arreglandome un poco para mi única salvación, mi hermanito Petter de tan solo 4 años, ajeno a todo lo que me pasaba, ajeno a toda esta absurda situación, por el simple hecho de que él se merece lo mejor y yo iba a trabajar para brindarselo y yo trabajaba para dárselo.
Me hacerco a él y lo tomo con mis brazos para hacerle upa - ¿quieres dormir aquí osito? - le sacudo la cabecita mientras él se rascaba los ojitos.
- Sí, mami... pero solo poque el árbol es un poco luidoso, no polque me de miedo - sonreí con lo dicho y él se escondió en mí pecho sonriendo.
Nos lleve a la cama, lo acosté, lo arrulle, le leí un cuento, le dije que lo amaba, él me respondió que más y entramos en una breve discusión de quien amaba más al otro, que por cierto, me tocó dejarlo ganar; se durmió, lo contemple y me juro como todos las noches, mejorar para ser todo lo mejor que él se merece. Todo por él, todo por mí amor hacia él, todo por mi chico, todo por mí hijo.
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Permitiéndonos Coincidir
RomanceDaniela Calle, una Chef muy reconocida por su gran labor y su gran sazón, una de las más reconocidas en Miami e Italia; pero la cual retiene y reprime un gran sentimiento que es el rencor, ansiedad y depresión. ¿Cómo es posible que según mis cliente...