【03】

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Al día siguiente fue Rosé quien despertó primero, teniendo la oportunidad de admirar por un rato lo hermosa que es su novia al dormir

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Al día siguiente fue Rosé quien despertó primero, teniendo la oportunidad de admirar por un rato lo hermosa que es su novia al dormir.

Se preguntó a sí misma si ese día Jisoo también estaría de malas o tendría malestares; para prevenir, se levantó con mucho cuidado de no despertar a la mayor y fue de puntillas hasta la cocina. No estaría mal hacer de desayunar a la pelinegra para compensar un poco las incomodidades con las que lidiará estos próximos días.

Tomó un sartén, abrió el refrigerador para obtener lo necesario y se dispuso a cocinar algo sencillo pero que pudiera saciar a ambas.

Estuvo un rato cocinando concentrada mientras tarareaba una de sus canciones favoritas, llenando la habitación con un ambiente hogareño y cálido.

Justo al apagar la estufa, sintió unos brazos rodeando su cintura y un beso húmedo en su cuello; Jisoo había despertado.

- Buenos días, Soo. - Saludó, entrelazando sus manos sobre su vientre.

- Buenos días... - Responde suave, con un tono adormilado.

- ¿Tienes hambre? - La mayor asintió. - Entonces siéntate y déjame servirte. - Esperó con paciencia a que la pelinegra la soltara, esto no pasó e intentó voltear a verla para hablar con ella; tampoco se lo permitió. - ¿Amor?

Lentamente y casi a la fuerza, se desprendió del abrazo y con paso corto fue a su lugar. La rubia la observó con detenimiento, su cabello estaba revuelto, sus ojitos entrecerrados y su boca en un ligero puchero. Lucía adorable. Pronto fue hacia ella ya con sus platos en mano y los colocó en la mesa para luego servir el jugo.

- ¿Dormiste bien? - Tomó su mano sobre la mesa y acarició con sus pulgares mientras veía a la mayor asentir y empezar a comer. - ¿Tienes cólicos aún? - Esta vez negó. - ¿Te duele la cabeza? - Negación otra vez.

Algo harta de sus preguntas, Jisoo acercó sus sillas y se acurruco contra la menor mientras seguía comiendo; solo tenía ánimos de mimos, no necesitaba palabras.

Rosé lo entendió de inmediato y soltó una risilla antes de besar su frente con cariño. Ella estaría más que encantada de cumplir sus demandas.

- ¿Tienes ganas de salir en la tarde o quieres descansar otra vez? Podemos ir a la pastelería que tanto te gusta.

Jisoo terminó de masticar lo que había en su boca y volteó a verla con sus ojos iluminados. Le besó la mejilla y se acurruco aún más contra ella.

- Me gustaría mucho.

- Entonces así será, cariño.

Finalizaron la conversación y continuaron comiendo entre cortos besos y algunas caricias discretas, mayormente a pedido de la mayor.

Finalizaron la conversación y continuaron comiendo entre cortos besos y algunas caricias discretas, mayormente a pedido de la mayor

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