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-¿Qué se supone que aremos ahora?.-la rubia miro a Valentina a su lado y mirando su preocupación, ¿Qué podía hacer ella?.-Llamaré a tía Amsi.

-Bien.-una hora más tarde la pelinegra entro corriendo a la sala del hospital, Yui estaba demasiado calmada para su tranquilidad y mirando a Valentina cuando preguntó por los hermanos Sakamaki Valentina fue la que le contó Laito estaba siendo atendido y Ayato estaba pagando la cuenta.

-Vallamos a casa.

-¿Qué hay de mi mamá?, que va a pasar con ella ahora.

-Val tu mamá estará bien, verdad Yui.

Y afirmó, Yui afirmo porque no podía ser de otra manera, ahora mismo el único que podía estar mal era Laito y ella tenía que estar bien por los dos.

-Ve con Amsi, estaré en casa más tarde.

-Pero.

-Andando.-Amsi la tomo de la mano y jalándola con ella era mejor marcharse de una vez antes de que los Sakamaki aparecieran, antes de que hablaran delante de Valentina.-Te llamaré más tarde oxigenada.


X

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Ni siquiera se dio cuenta el tiempo que había pasado, Laito había sido dado de alta y se habían dirigido a un hotel que ni siquiera sabía en qué lugar estaba y pronto cuando lo hicieron tomar sus calmantes y se quedó dormido solo se quedaron la rubia y el pelirrojo en la pequeña sala del hotel, sin decir ninguna palabra, solo mirándose uno al otro, la gente pasaba a sus lados y ellos sin decir una palabra más que nada era que el pelirrojo no encontraba las palabras para hacerse notar frente a la rubia, la rubia que sin siquiera respirar estaba delante de él.

-¡Es tarde!, ¿¡tal vez tengas hambre!?.

-Un poco, que hay de ti Ayato.

-¡Podría comer algo!.

-Bien, buscamos un restaurante.-se colgó su bolso pero mirando la negativa del pelirrojo solo se quedó de pie en el mismo lugar cuando Ayato no la siguió.

-Voy a pedir una habitación, pediré la cena también.

-Bien.-y levantándose Ayato ambos caminaron uno a lado del otro, subieron en el elevador cuando Ayato recibió la llave y siguiendo a la habitación solo volvieron a tomar asiento en el pequeño comedor a la espera de la cena la cual no tardando sirvieron y en silencio comenzaron a comer lentamente.

-No puedo creerlo que todo este tiempo estuviste con Ruki, teniendo una familia, hijos, el cabrón te llevo con el y se hizo el desentendido por años, que tanto se río de nosotros.

-Ayato.-la rubia soltó sus cubiertos para mirar al pelirrojo que con ojos cristalinos miraba su plato medio comido.

-¿Como lo hizo?, o fue un plan, te hiciste un plan con el para escapar de nosotros.

-No fue así, ni siquiera era mi plan que Ruki me encontrara, kami, no era eso lo que tenía que pasar.

-¡Pero estabas con el!, solo mírate, tienes hijos con el cabrón de Ruki, y no te culpo, te alejaste de nosotros después de toda la mierda por la que te hicimos pasar, yo fui culpable tal vez de que te hubieras ido, me dijiste aquella noche que ya no querías estar conmigo que no querías que yo siguiera con ese enfermizo amor por ti y en cambio en vez de alejarme simplemente seguí aferrado a ti aún cuando tú no lo querías, te quería para mí Yui, no te quería como una hermana, te quería como mi mujer y tú decidiste irte.

Aún más EnfermizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora