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"Valentina"


Todo había pasado tan rápido que ni siquiera sabía cómo poner una escusa para mí tía Beatrix, tío Reiji estaba del otro lado de la sala mirándonos a Yori y a mi y yo con la mejilla echa un desastre Yori estaba con una bolsa de hielo tratando de bajar lo hinchado.

-Estoy bien Yori.-no, no estaba bien porque desde el otro lado de la sala Maya me miraba como si yo fuera la peor persona, miraba las acciones de Yori y tía Beatrix molesta si que habíamos montado una escena.


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"Horas atrás"


Debo de admitir que estaba feliz, estaba contenta, no cambia de felicidad y todo estaba yendo bien en mis días, papá estaba de regreso en nuestras vidas, y el y mamá habían echo las pases para tener una convivencia sana.

Había prometido comportarme y dando por echo había acabado con mi fase de rebeldía solo me dedicaría a trabajar y ganar el suficiente dinero para amueblar mi nueva habitación, mis padres nos habían sugerido dar opiniones, estaban pensando comprar una nueva casa, una dónde Luca y yo nos sintiéramos a gusto, y prometiendo incluirnos es sus decisiones ambos aceptamos.

Y aunque era un echo que la casa nueva tardaría, no por eso podía estar menos desilusionada, estaba lista para mí nuevo día, Luca se despidió de mi cuando me dejó en el trabajo y saludando a Maya y Kara cuando entre en la tienda pronto mi nuevo día solo se dedicó a esforzarme en hacer las cosas bien en el almacén y no tirar nada, (No que la última vez hubiera sido mi culpa que los maniquíes se cayeran), así que hoy esperaba no cometer ningún error.

-Puedes quedarte sola, necesito ir a la planta alta por las telas nuevas y acomodarlas en su lugar.

-Bien, todo está bien aquí así que no abra problema si me quedo sola.

-Bien.-con la carpeta en mano seguí en mi trabajo de contar los accesorios que habían entregado y colocándolos en su lugar tenía que concentrarme.

Entonces 7 cajas después y tal vez mil accesorios contados era un desastre mi migraña.

-Tiene que ser una broma.-mire las cajas restantes y con un demonio aún eran demasiadas, pero en fin nada ganaba con lamentar me y preparada para abrir otra caja solo la dejé de lado cuando el rechinido de la puerta se escuchó, pasos en mi dirección caminaron y yendo a asomarme una bonita sonrisa resplandeció frente a mi.

-¿Que haces aquí?.-con pantalones azules y camisa blanca el cabello negro que lucía Yori era sorprendente, kami en qué momento mi boca se abrió y como una tonta seguía mirándolo.-En verdad en algún momento te quedarás calvo por tanto tinte en tu cabello.

-Aun así me miraría guapo, no crees.

-Por supuesto que si, el que seas calvo no acabará con tu lindo rostro.-y sonriendo solo cerré un poco mis ojos cuando los labios de Yoni vinieron a los míos, solo fue un corto beso y nada para emocionar.

-Papá me trajo, tenía asuntos con la abuela y revise las cámaras de seguridad para encontrarte.-moviendo cajas en el piso camine al banco en el que había estado antes sentada y volviendo a mi lugar me giré para mirar de pie donde mismo a Yori.

-¿Disculpa?, eso es ilegal, así solo quedarás como un acosador.

-¡Y que no es verdad!, por supuesto que soy tu acosador personal.

-En verdad eres único.

-Me gusta ser único, por cierto escuché por los abuelos que piensan mudarse a otra casa, ¿entonces la casa de la playa ya no es de su agradó?.

Aún más EnfermizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora