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Por primera vez estaba segura de lo que quería hacer, pude decidir por mi misma que desayunar y decidí salir de casa para no volver en un buen tiempo, el plan era ir lo más lejos que una chica de casi 20 puede llegar. 

Esa mañana de otoño hice tranquilamente mi maleta,  yo era la única de la familia que se quedaba en casa así que pude salir con tranquilidad.
Usaba unos jeans en un azul claro, botines negros con hebillas ,un suéter  negro y una parca color verde olivo, apenas y toqué mi cabello, no me gusta perder el tiempo en eso, mucho menos si sientes que te estás asfixiando en el lugar en el que haz vivido toda tu vida, ya no se sentía mi hogar.
Era una bonita mañana, fresca pero  con algo de sol, cuando iba caminando por las calles de Barcelona me percaté que no tenía un plan fijo, ni destino definido, tenía miedo pero mi orgullo no me hizo regresar.

Seguí caminando hasta la estación de trenes foráneos y me planteé que me iría en el primer tren que saliera, a donde fuera.  Y así fue, saqué mis ahorros y me dirigí a la caseta de ventas:
- Buenos días, ¿Me puede dar un boleto para el siguiente ?

-Buenos días Señorita , pero ¿Usted está segura de que quiere ir a París?-dijo frunciendo un poco el seño y ella mira sorprendida a la señora que le atendía

- Sí! , que va, no podría estar más segura.-No, no estaba segura.

Pagué el boleto y se dispuse a esperar sentada en lo que llegaba la hora para que arribara el tren, estaba asustada pero era algo que aún así hice, algo que necesitaba, veía a la gente pasar, gente que ha elegido Barcelona como destino turístico y yo queriendo huir de ahí, pero ¿Cómo se huye de un recuerdo?...

Sin regreso ® - Jos y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora