016

47 7 1
                                    

Me abrazó por unos segundos y luego seguimos caminando, tomamos un taxi a casa.


-Siento mucho que no pudimos entrar al museo.-dije abrazando a Jos por atrás mientras se quitaba la camiseta para dormir.


-Vamos, no te preocupes, fue divertido.


-Claro, sobre todo con esas chicas "poca ropa".-dije, se dio vuelta y me miró.


-Claro que no


-Claro que si.-dije bajando la mirada. Sí, me había incomodado, eran lindas, con buen trasero, buen cuerpo, lindo cabello.


-_______ , tu no solo eres una mente brillante y con hermosos sentimientos, también eres atractiva, me gusta tu cuerpo, escuchar lo que tienes que decir y me encantas..-dijo tocando mi barbilla para que lo mirara.


Lo ví inexpresiva, suele pasarme que cuando me sorprendo mi yo interna grita y da un triple mortal pero mi cuerpo no reacciona.


-Te quiero ____.


Se acercó despacio atrayéndome a el como un imán, estábamos nariz con nariz, sentía su respiración, me besó, le correspondí a esos dulces besos de sus suaves labios, me fui dejando, fue abriéndose paso por mi cuerpo.   Sabía que odiaba que jugara con sus dedos sobre mis costillas, bajando hasta el borde del pantalón de mi pijama, lo seguí besando, baje por su cuello, su respiración se volvía más profunda, lo ponía mucho.


Sus manos seguían recorriendo mi cuerpo, pasó por mi cadera bajando mi pijama y pantis para deshacerse de ellos, llegamos a la cama y fui quitando sus pantalones. Estaba besándome, viajando por mi torso y más abajo, tan lento, volvió a mis labios y me entregué de nuevo a el.



=NARRA JOS=

Luego de una semana las cosas se complicaron entre ____ y conmigo mismo, no estaba siendo honesto con ella.


-Y ¿Cómo vas con ____?.-Preguntó Alonso mientras ella atendía a las únicas personas que estaban ahí.


-Bien, muy bien.- Respondí sin mas.


-¿Estás seguro?.-Preguntó casi inexpresivo, no sé a donde quería llegar pero no me olía nada bien.


-¿Te gusta cierto?.-Solté.


-No.-Dijo tranquilo y no dije nada.


-Solo creo que en los últimos días ha hablado menos, se comporta extraño cuando estás tu y siempre estás, dudo que no lo notes.-dijo.


-No pasa nada, son solo cosas tuyas.


Ding, ding, ding!!! Soy un gran idiota, si pasaba, todo se estaba yendo a la mierda. El resto de la noche transcurrió con normalidad.


-¿Nos vamos?.-Preguntó ella detrás mío.


-Si.-Me di la vuelta y estaba ahí sonriéndome mientras se ponía su abrigo.



Salimos, entrelazamos nuestros brazos y caminamos así, algo rápido para tomar calor y llegar a casa para resguardarnos del frio. Y como era costumbre, solo llegamos a desvestirnos y a dormir. Me encantaba como al enredar nuestras piernas sus calcetas suavecitas tocaban mis pies y los calentaban.

Desperté temprano pues escuché algo, _____ seguía dormida a mi lado, me puse de pie y recorrí el departamento, no había nada o mejor dicho nadie, creo que me estaba volviendo paranoico. Llegué a la sala y vi por la ventana al sujeto de siempre, el mismo que años atrás había intentado secuestrarme, todo mi plan de ser feliz con ____ se estaba jodiendo.


-Hola.- dijo tierna mientras recargaba su barbilla en mi hombro. Yo estaba apretando los puños , tenía rabia, impotencia, ganas de ir a partirle la cara a ese hombre, pero no podía, no podía arriesgarme, ni arriesgarla.


-Hola.-dije sin algún tono en especial y me alejé.


-¿Quieres desayunar?


-No.-dije sentándome en el sofá y encendiendo la TV.


-Pero anoche no cenaste nada...


-Maldita sea, no tengo hambre, déjame tranquilo.-____ estaba simplemente ahí, estática.


-¿Qué te ocurre?.- dijo apenas.


-Ya no estoy seguro de esto.


-¿De que estás hablando?.-dijo caminando hasta llegar a mi lado.


-De esto, de estar aquí, de estar contigo, ni siquiera soy bueno para ti.- dije casi gritando, no había pasado ni un segundo y ya me estaba arrepintiendo de mis palabras, me maldije.


-¿Ya no me quieres?.-Preguntó con la voz quebradiza, no me atrevía a mirarla, no quería decirle que la amaba por miedo a que se quedara, pero mucho menos iba a mentirle, simplemente no dije nada.


Luego de unos segundos que parecieron horas, caminó hasta la habitación, podía escucharla resoplar, lloraba y me dolía, pero tal vez era lo mejor, alejarla de mí de una vez y evitar que la lastimaran. No soportaría la idea de que le pasara algo. La ví salir casi corriendo, con su bolso, la estaba perdiendo.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sin regreso ® - Jos y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora