Rosas. [MuiTan/TanMui] TERMINADA

Invierno.

[Muichiro] [12/1/22]

Ya pasó año nuevo. El segundo de enero, pude mudarme nuevamente a mi casa. Tanjiro se quedó a dormir bastantes días por la cantidad de cosas que había por desempolvar y arreglar.

Incluyendo la puerta de la casa, y las comidas. Él se molestó en comprar un montón de cosas para mi y decir "Si no preparas cosas para ti mismo, entonces se dañará y olerá feo". En verdad me convenció, no quiero que mi casa huela feo.

Aprendí a cocinar y, cuando no tengo ganas, solo lo llamo para que cocine para mí. Soy un poco aprovechado al respecto.

He decidido regresar a estudiar. Tanjiro es buen profesor, me explicó muchos temas que me perdí en este año que falté por estar de hospital en hospital y no tener tutores legales.

No sé qué hizo Tanjiro ni qué tanto me quieren sus padres pero, de algún modo los convenció para hacer todo el papeleo para que yo pudiera entrar a estudiar. Y aquí estoy.

Mirándome al espejo, preguntándome si la corbata del uniforme de hombres está bien puesta. Se ve algo arrugada y fuera de lugar, pero estoy feliz. Cuando me encuentre con Tanjiro a mitad de camino, él me ayudará a acomodarla.

Preparé una lonchera, preparé todo lo que necesitaba. Solo espero que la bufanda que tengo sea lo suficientemente caliente para abrigarme del frío de la nieve.

[Omnipresente]

Muichiro caminaba con tranquilidad, pisando pequeñas capas de nieve que se encontraban en el suelo. Se entretenía soltando aire caliente y viendo como salía un humo extravagante de ahí. Se dio cuenta de que se llevó la taza llena de chocolate caliente cuando ya se encontraba a mitad de camino, donde Tanjiro vive.

Tocó el timbre esperando que Tanjiro fuera el único despierto, porque, en el período que vivió en su casa, él era el único despierto tan temprano. Para su sorpresa, fue lo contrario.

La madre de Tanjiro, Kio, abrió la puerta, no sin antes gritarle al peliburdeos que se apurara en terminar su desayuno.

— ¡Tanjiro, es Muichiro! – dijo ella, dando un paseo con sus ojos por toda la prenda de Muichiro mientras agarraba con delicadeza sus hombros. – Es increíble que un uniforme escolar te quede tan hermoso. ¿Estás feliz? — sonrió.

— Si, señora. Estoy muy feliz. Gracias por hacer todas esas vueltas por mí, algún día vendré y cocinaré para ustedes. — contestó él, realmente entusiasmado de solo pensar en tener una vida escolar de persona normal otra vez.

Muichiro se puso de puntillas para ver si Tanjiro ya casi terminaba, lo vio quemarse con un chocolate muy caliente, dar un saltito y soplarlo. Muichiro dio una risa por lo bajo.

Kio notó eso y volvió a gritarle a Tanjiro. Éste, se dio por vencido y se llevó la taza consigo mientras, estrategicamente, frotaba suavemente la cabeza de todos sus hermanos en orden, como una manera de despedirse.

Al salir, agarró la mano de Muichiro, obligándolo a seguirle el paso apurado.

— ¡Cuando regreses, más te vale traer esa taza en perfectas condiciones! — pronunció Kio, volviendo a cerrar la puerta.

Tanjiro desaceleró el paso mientras, finalmente, tomaba un sorbo de su chocolate y pronunciaba un "Mm", aprobándolo.

— Tanjiro, no pude atar el nudo de la corbata idealmente. Ayuda. — dijo Muichiro en un tono bajo, para después tomar otro sorbo de su propio chocolate, que ya estaba algo frío.

— Ten mi taza. – habló Tanjiro, con la misma sonrisa de siempre, desatando estratégico la corbata caótica de Muichiro. – No te quedó tan mal para ser la primera vez, le agarrarás el truco rápidamente. — terminó por decir, haciendo una maniobra fluida, dejando la corbata perfecta. Luego agarró su taza.