Capítulo 3: ¿compañeros?

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Ya han pasado 3 días desde que Hyunjin me dijo que si quería que él me ayudara, yo me quedaría en su casa. Y yo acepte como un completo idiota. Aunque, no podía ser tan malo, ¿no?
Sea como sea, debía hacer algo ya. Solo quedaba una semana para entregar ese trabajo. A si que decidí armarme de valor y escribirle a su número de teléfono diciéndole que me instalaré en su casa cuando él vea conveniente.

Después de dos horas, me respondió que podía ir cuando quisiera. Me quedé impactado con su respuesta. No sabía que era tan... ¿amable?
----No, no y no. Felix, te está engañando.

No perdí ni un segundo más e hice mi maleta para dirigirme a la casa de ese imbecil.

Una vez que salí, seguí las indicaciones del papel que me dió hyunjin.

Después de un largo tiempo andando, por fin llegué.

----Uf! Al fin veo la luz- dije con ironía

Cuando llegué me percaté de que vivía solo en un piso. No era tan grande. Se veía que era uno de los más baratos.

No le tomé tanta importancia y toqué al timbre.

No me abrió nadie a si que volví a llamar. Otra vez sin respuesta.

Me iba a rendir cunado vi a alguien que me saludaba desde lo lejos.
Era él.

Se acercó a mi.

---Hola pecoso.

Me limité a soltarle una sonrisa forzada.
----¿Por qué no estabas en casa? Llevo aquí un rato.

----Bueno, solo fui a comprar comida, para la bienvenida y así comer los dos.

---Ah...

No sabía que decir. No me salían las palabras. Me quedé en blanco.

¿Que me pasaba?

Hyunjin abrió la puerta con su llave y entramos a su hogar.

Una vez allí me di cuenta que definitivamente no tenía a nadie.

Soy de esas personas que no me quedo callada pero en ese momento decidí permanecer en silencio y no preguntar nada acerca de su familia.

----¿Vives solo?

Juro que eso se me escapó.

----Si, desde siempre.

----Ah, pero...¿Estás bien?

Soné raro.

Él evitó esa pregunta y me llevó hacia la cocina.

----¿Sabes cocinar?- pregunté intrigado-

----La verdad es que no.
Casi nunca como o me compró algo en el restaurante de al lado con el dinero que me alcanza.

Auch. Eso sonó extraño.

----¿Quieres que prepare brownies? A la gente le gusta mucho cuando los hago.

----Quisiera probar esa comida. Pero, con una condición.

Hubo un silencio.

----No quemes mi casa.

----Ja, que chistoso.

----Admite que tengo un buen sentido del humor.

Simplemente me giré hacia la encimera y empecé con mi receta.

Mientras cocinaba, este idiota no paraba de mirarme.

En sus ojos veía deseo. Pero no lograba descifrar exactamente en lo que estaba pensando.

Quizá solo esté imaginando...

De pronto hyunjin rompió el silencio.

----Oye pecoso.

----No me digas pecoso.

----Ahora compartimos piso...
¿Eso significa que somos compañeros?

----Exacto, compañeros. Solamente eso.

Hyunjin solo me sonrió y miro hacia la mesa en donde estaba sentado.

Este chico es demasiado extraño.

Mi ángel odiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora