Extra II

102 11 2
                                    

"amor"

Estaba sentado en la mesa de siempre en la cafetería que nos gusta, te estaba esperando mientras hacía un pequeño dibujo en la servilleta qué venía con mi capuchino con extra de crema batida, la mesera llego con mi pastel de algodón de azúcar y fresas, junto con tu café Americano sin azúcar y tu rebanada de pastel de chocolate amargo... es como si ella supiera que ya estabas a punto de llegar.

Siempre tan lindo con tus mejillas regordetas y tu linda sonrisa... han alguna vez te dije que enserio amo cada centímetro de tu existencia?, te sentaste frente a mi disculpándote por llegar tarde, siempre llegas tarde a todos lados por tus pacientes así que ya estoy acostumbrado, te regale mi dibujo de una flor y sonreíste... amo tu sonrisa "veo que pediste por mi, muchas gracias pequitas" dijiste tomándome de la mejilla con una linda sonrisa, sentí como mis mejillas comenzaban a calentarse... serás consciente de cuanto me gustas?

Me estabas contando sobre tus pacientes... eres tan sexy cuando te pones muy técnico con cosas de tu carrera... "lix déjame de ver así que me pones nervioso" comencé a reírme, no eres alguien que diga tan abiertamente que algo lo pone nervioso y eso me parece encantador.

"si ambos ya terminamos con nuestras bebidas y postres... ¿quieres ir a dar un paseo?" cuando preguntaste eso han... no pude evitar emocionarme, siempre me a gustado salir a caminar contigo, salimos del café y comenzamos a caminar por nuestras calles favoritas recordando los lugares donde vivimos algo memorable, como aquella esquina donde nos caímos por estar jugueteando entre nosotros, la calle donde nos besamos una vez que habíamos discutido... pasar frente al edificio de donde planeabas tirarte hace tantos años atrás es curioso porque siempre terminas disculpándote, pasar a tiendas de arte y terminar en el parque bajo el árbol que seguramente ya tiene nuestras siluetas grabadas de tanto que vamos a ese lugar... esos son los paseos que tanto disfruto y este no fue la excepción, solo que en este agregamos el comprar algunas cosas para tener un picnic, llegamos al árbol de siempre extendemos una manta y nos sentamos, sacamos todo lo que habíamos comprando... te recostaste recargando tu cabeza en mis piernas me pediste que te leyera algún poema qué hubiera escrito... por suerte escribí hace poco y no nuevo con tu nombre...

"En las esferas del tiempo y el ancho mar,

reina un chico de mejillas mullidas,

su aura, un sol que nunca se va,

mi corazón, en sus manos, prendido.

Han, tú, el guardián de mi existir,

único motivo por el que doy mi ser,

saltaría a la muerte sin temblar ni huir,

porque en tu esencia encuentro mi querer.

Cautivo de tus hondos sueños reposar,

El diario de un chico enamorado (finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora