Evil Monster† Johan Liebert

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—— Se ve algo pálida. ¿Esta bien?— Dijo preocupado levantando su mano para despues tocar suavemente mi rostro— Esta fría. Vayamos a otro lugar— Me sujeto a un más de la cintura.

Me deje llevar, no se en que  lugar me va a llevar. Mi cuerpo tiembla y suda frío  no por que un automóvil casi me atropella, si no porque el asesino en cualquier momento me atrapará al saber que los registros estan en mis manos.

Puede que no tenga escapatoria.

.

Caminamos tranquilamente por los hermosos sitios de  düsseldorf, se veía muy poca gente, eso hacía que el ambiente se sienta tranquilo y relajante.

El aire se siente fresco, me relaja un poco.
Hasta que un leve aroma llega a mis fosas nasales, una fragancia de lavanda y almizcle. Era delicado y varonil. Traté de oler más la fragancia, se siente muy cerca . Levanté un poco mi cabeza y miré a johan.

Ah.

El delicioso aroma proviene de johan.

¿Como este hombre puede oler así de bien?

Bueno es algo lógico que alguien tan atractivo como él tenga ese aroma.
Ahora que lo pienso bien ¿También será mera coincidencia encontrarmelo?

Suspiré.

No debería pensar así.

Me fijé en su agarre en mi cintura, era muy delicado,  me sostiene como si fuera de porcelana.

No me siento tan incómoda como antes.

— Que hacía en medio de la calle Señorita reader— dijo johan para después mirarme buscando una respuesta.

— No me sentía bien, tuve un mal día.— me excusé, no queria hablar del tema, menos con johan, la razón es porque no somos tan cercanos para contarle mis problemas. Soy desconfiada desde pequeña, ya que siempre he sido neutra con mis emociones, desconfiando de los demás, he visto mucho de la maldad humana en mi entorno. En mi escuela y en mi tío. Es algo que no puedo evitar.

Me miró fijamente analizandome para después sonreirme suavemente.

— Ya veo, iremos en un lugar cómodo para que se sienta mejor—

Sabe que no le diré nada del tema. No se en que más esta pensando.

¿Porque se toma la molestia de preocuparse por mi y  llevarme aún lugar que me sienta cómoda? Pensé.

Hasta que nos detuvimos a una cafetería, abrió la puerta para dejarme pasar, agradecí y sonó justo una campanita que estaba en la puerta.

Miré alrededor algo curiosa, se veía algo simple, sin embargo daba un toque de elegancia por sus colores de tonos beiges y melocotón, el ambiente se sentía muy acogedor y el aroma a dulce que daba era muy relajante para mi gusto.
Nunca había visto esta cafetería. Si hubiera sabido de su existencia, iría todos los días si pudiera. Para relajarme y sacarme todo el estrés de mi cuerpo que me esta consumiendo.

—Wow...— dije sorprendida.

—¿Te gusta? Este lugar es adonde siempre vengo para relajarme, la traje a este lugar porque pensé que podía ser de su gusto— me miraba con unos ojos brillantes esperando que le respondiera.

Aveces me sorprende por los detalles que da, llevandome en un lugar cómodo.

Johan es un enigma.

No puedo entenderlo.

— Si, me encanta, es un lugar muy hermoso y acogedor, gracias johan— hable sincera. Este lugar me gusta mucho.

—Me alegra que le guste— dijo para después guiarme a una de las mesas, él se adelantó para mover una de las sillas. Es muy caballeroso