Evil Monster† Johan Liebert

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Me senté en el sofá mirando fijamente el suelo, me había despertado por una pesadilla.

Lágrimas cayeron sobre mi rostro.

— Ahora recuerdo todo— Recuerdo todo de mi pasado.

Lo que para mi eran recuerdos borrosos que aparecían en mis sueños, llegaron a mi más claros que el agua.

Mis padres murieron en un accidente automovilístico cuando tenía nueve años, quedandome sola, hasta que conocí a mi tío siendo él mi tutor, ya que era la única familia que tenía asi que no tuve más opción que quedarme con él.

Y ahí comenzó mi vida en un infierno.

Comenzaron los golpes, le repugnaba mi tio yo este cerca de su presencia diciéndome palabras hirientes haciéndome llorar, disfrutando de mi dolor.
Dejándome días sin comer mientras me tenía encerrada en mi habitación en cautiverio si desobedeciá sus demandas o incluso cuando lloraba .

Haciendome sentir miserable.

Quería morirme ahí mismo.

El me odiaba tanto, tanto era su odio que me mandó a un lugar desconocido.

El Orfanato Kinderheim 511, haciendome pasar como un niño.
Sin saber que era un puto centro educativo para lavarles el cerebro a niños .

Ese día perdí la fé en dios como también en las personas.

Personas que no tenían ni una pizca de humanidad al tratar con esos niños.

Vi todo.

Con mis propios ojos.

Como esos niños eran drogados, torturados y experimentaban con ellos como si fueran animales, comenzaron a caer en la locura de apoco, convirtiendolos en seres sin emociones mientras perdían el significado de humanidad en ellos.

Eran controlados mentalmente para asi cavar en lo profundo de sus emociones, borrando sus nombres y quienes son en realidad.
Haciendolos como soldados para la guerra.

La mente de un niño es más fácil de manipular por que si se le enseña de pequeños a tener ciertas conductas se acostumbraran. Sin embargo su mente es frágil así que son más propensos a tener problemas psicológicos y traumas debido a eso.

Todo parecía una pesadilla.

Me obligaron a mirar mientras me tenían amarrada en una silla. Gritaba, lloraba y pataleaba pidiendo no ver aquella atrocidad.

Después de eso me tenían encerrada y sufría de maltrato de aquellas personas. Asi fue como pasaron mis días, me amarraban en la silla y después me encerraban, todo eso se repetía sucesivamente.

Siempre me he preguntado ¿Por que?
¿Por que están tratando así a esos niños? ¿Que le están haciendo?

Mi mente daba vueltas y vueltas.

Mientras que el tiempo pasaba lentamente casi sin darme cuenta, mi cuerpo cada vez lo sentía como una muñeca. Simplemente vacía por dentro por aquel evento traumático.

Hasta que un día mi tío me fue a buscar diciéndome que me habia dejado ahí porque ese era mi castigo , en ese momento empecé a obedecer aún más sin importarme mi dignidad por el miedo de ir de nuevo al orfanato si cometía algún error, dejándome un gran shock en mi infancia.

Desde ese día borré todo los recuerdos de aquel lugar sin darme cuenta como un mecanismo de defensa para proteger mi mente
y emociones.

Oh, pobre de aquellas almas
desoladas de esos niños
que han sido abandonados
por dios.