𝐒𝐀𝐍𝐓𝐀 𝐓𝐄𝐋𝐋 𝐌𝐄 ✧ harry potter

vi

AMBOS HABÍAN DECIDIDO tomar el camino largo para regresar, dándoles más tiempo para poder hablar entre ellos. Al principio fue una caminata muy silenciosa, mientras cada uno pensaba en las preguntas que querían hacerse.

Camille fue la primera en tomar la palabra.

—Voy a ser sincera, no esperaba el día en que te conocí que las cosas sucedieran como lo hicieron, mucho menos que ciertas cosas pasarán entre nosotros, incluso si fui yo la que te beso ese día.

Harry miró los rasgos hermosos de la francesa, sintiendo algo en su pecho al pensar en que ella no quisiera tener nada que ver con él, al menos no de la manera en la que él se lo imaginaba, pero sabía que si ese era el caso él lo aceptaría. No tenían mucho de conocerse y a él también le habían sorprendido el giro que habían tomado las cosas, pero no le desagradaba tampoco, pero si Camille estaba dudando y prefería que ignoraran todo lo que había pasado él haría un esfuerzo porque así fuera.

Camille lo miró, centrando sus ojos azul celeste en los suyos, verdes esmeralda.

—Llegue a sentirme conectada contigo de una forma que no puedo explicar con palabras, Harry. No sé si fue ese momento en la cafetería o fue antes cuando te ví por primera vez, pero siento que me entiendes y al menos creo yo que te entiendo a ti también. Tuve la confianza de abrirme contigo, y no me arrepiento, incluso si probablemente tú lo hagas.

Harry negó inmediatamente con la cabeza.

—No, nunca. No podría.

Camille asintió lentamente, jugando con sus dedos con nerviosismo.

—Lo que quiero decir es que creo que me gustas mucho, Harry —soltó atropelladamente—. No puedo decir que estoy enamorada porque es todo muy repentino y apenas llevamos unos días hablando, pero creo que necesitabas saber que la razón por la que te bese bajo el muérdago fue porque yo realmente lo deseaba.

Harry sintió su corazón latiendo con fuerza en su pecho, como si la confesión de Camille lo hubiera hecho saltar y hacer piruetas dentro de su pecho antes de volver a su lugar con un nuevo sentimiento de calidez y alegría que se extendió por el resto de su cuerpo. Harry Potter no era el chico más experto en sentimientos o en comunicarlos a los demás, nunca lo había sido, pero no podía quedarse callado luego de todo lo que Camille le había dicho, así que hizo un esfuerzo para que las palabras salieran de su boca, incluso si se sentía todavía un poco embelesado.

—Mírame —la tomó delicadamente del rostro, haciendo que lo mirara—. Camille, siempre tengo la sensación de que debo esforzarme por hacer todo perfecto cuando estoy contigo, porque no quiero que te desilusiones de mi. Toda mi vida la gente ha tenido espectativas demasiado altas sobre mi y yo siempre he tenido esa presión por cumplir con todas sus espectativas.

Camille frunció el ceño, agachando la cabeza al pensar que Harry se sentía presionado cuando estaba con ella.

—Hey —volvió a hacer que lo mirara—, no me refiero a que contigo sienta que deba comportarme como el Harry Potter de los periódicos, es solo que contigo me siento nervioso porque a ti de verdad quiero gustarte, no como lo hacía cuando era más joven y solo me comportaba de una forma u otro para evitar los malos comentarios. Camille, tú eres la primera persona a la que he querido impresionar de verdad, y no porque sea Harry Potter, sino por solo ser Harry. Quiero que conozcas al verdadero yo y te sientas a gusto conmigo.

—¿No te lo había dicho ya? Estoy bastante interesada en ti, Harry.

Harry le sonrió, soltando un suspiro de alivio.

—Si, y de verdad me siento agradecido por eso.

Lo que Camille menos se esperaba en ese momento es que Harry la besaría, pero así fue. Sus labios hicieron contacto con los de ella y Camille tardo unos instantes en corresponderle, demasiado sorprendida por su arrebato, pero luego le siguió el beso con la misma dulzura.