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Dejé que Téleios me acompañara, sólo le pedí que se ocultara prácticamente todo el tiempo, ya que podrían sospechar, y estaba clarísimo que querían mi cabeza, aunque sería raro que supieran de mi cuervo, decidí mantenerlo escondido por si acaso.

Me subí a mi motocicleta y en el camino fui pensando en muchas cosas, una de ellas era la desgracia llamada "Bestia", pensaba en todas las veces en las que tendría que toparme con él y soportar su belleza y su... Su... Diablos.

Llegué a un subterráneo, estaba muy bien escondido, y fui a tomar alguna misión aleatoria.
Iba a la oficina de los superiores (curiosamente Gerard no les daba indicaciones directas como Regina), cuando me topé con la desgracia.

—Hola, pequeña zorra—me tomó de la cintura con una mano y con la otra tomó mi mejilla y... Me besó...

Habría pensado "WTF", pero era obvio si supuestamente eran pareja; sentí una corriente por todos lados... Otra vez ese maldito deja vú, fue como si esto ya lo hubiera hecho antes.

Obviamente tuve que corresponder para no causar sospechas, besaba tan jodidamente bien... Aunque mi mente seguía gritando "no seas pendeja, es ÉL" sentí algo aunque no quise ni supe identificarlo. Aademás tuve que seguirle el ritmo, duramos así un minuto aproximadamente, luego nos separamos y posó delicadamente sus mano en mis hombros

—¿Qué mierda fué eso?
—¿A qué te refieres?
—Tus besos... Se sintieron diferentes

M-I-E-R-D-A, ¿De verdad tenía que joderse así? ¿Siendo la perra novia de éste?

—¿Diferentes cómo?
—Mejores—me lanzó una mirada lasciva... Ay no...

Digo, era guapo, sí, bastante, pero no podía...

—¿De verdad, babe?—me dieron escalofríos al decirlo
—Sí cariño

Me salvé por haber practicado mi voz para hacerla lo más similar posible y usar tacones para apegarme a su altura, ya que ella era alta (1.67), y yo con mis 1.52 no iba a lograr mucho, que suerte que no de fijó en los zapatos.

—¿Ya te dieron tu misión, Belle?
—Aún no, cariño
—¿Por qué no me llamaste Marsh?
—¿Marsh?
—¿Marshall? Hola, ¿Te dió amnesia o tienes alzheimer?—oh, así que se llama Marshall
—Lo siento honey, me traes muy mal—sí, para acabarla la perra se llama Isabelle, con "Belle" y no "Bel".

Se cree bilingüe y sabelotodo, aunque ni siquiera puede armar una oración completa o usar el verbo"to be".

—Obvio sí—me volvió a acercar a él para besarme, por un demonio, ¿A estos locos les gusta comerse o qué?

O quizás soy yo porque nunca me ha gustado alguien de verdad, y nunca he encontrado a alguien que realmente valga la pena...

Nah, no necesito a alguien más que a mí, estoy bien sola.

—Bueno, ya me tengo que ir, zorrita

Me dió un último beso de piquito y se fué, al fin.
Se me hizo muy raro que un tipo como él fuera así con su "novia", pero bueno, lo que hagan no es mi problema.
Cuando se dió la vuelta, quise apresuradamente limpiar mis labios con el dorso de mis manos, pero cuando mis manos estuvieron cerca no pude. Había algo en sus labios que ya conocía, como si ya conociera esa sensación, además muy en el fondo me había gustado.

Fui a explorar un poco el lugar, había algo raro, se sentía la vibra de locura por todos lados, pero se sentía cómodo de cierta forma, era un sentimiento muy raro, como de pertenencia... No, vine aquí por algo y no fué para alojarme como si fuera algún hotel, o quizás sí, pero también tenía que ser útil mientras estuviera ahí de contrabando.

Mientras pensaba en qué más podría hacer estando ahí. Invoqué a mis propios 20 demonios de mi pasado, para exigirles que me dijeran qué carajos estaba pasándome.
Sólo 3 contestaron:

—Estás enamorada
—Ya lo conoces, estoy segura...

Y sorprendentemente la más débil era:

—Asesínalo

Un beso de M̶u̶e̶r̶t̶e̶ AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora