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—Y... ¿Me vas a decir qué vamos a hacer?
—Bien, para Isabelle ya estás muerta, así que...
—Dijiste que la perra tenía contactos, ¿Jack es uno de ellos?
—Correcto, déjame seguir
—Maldito traidor, siempre le dejaba propina, ¡Yo pagaba parte de su salario!
—¿Recién te das cuenta linda?
—Mmh...
—...Como te decía, Belle cree que estás muerta. Ella es muy chismosa y tú muy popular, así que no tardará en difundirse la noticia de que la mejor de Caronte ha muerto
—Podría usar mi apariencia natural, pero Regina ya me vió así, diablos
—Totalmente?
—No el color de mis ojos ni mis orejas
—Perfecto
—Casi creí que eras Isabelle
—¿En serio?
—No boba, mataré a Isabelle, ya tengo toda la información que necesito, o al menos la que ella me puede conseguir, sólo necesito que ladre un día
—Vaya, se veían como ositos cariñositos siendo pareja y resulta que siempre la odiaste
—Ella también, se acostaba con medio mundo, pero así somos aunque seamos de diferentes organizaciones, ¿No? Además siempre me trató como un perro
—Cierto, tengo una idea mejor—hablé un poco bajo para decirle lo que estaba pensando.

El dolor, el arrepentimiento, la humillación y la depresión son un licuado de tortura mejor que una física. Sería glorioso ver a Isabelle tragarse todo ese licuado con postre incluído.

—Mmh, me gusta
—Claro que sí
—Volviendo al plan, primero dejaremos que la perra ladre, después te vestiremos y te daremos otro nombre, serás como un fantasma para recolectar información.
—¿Y después me matarás?
—Déjame terminar cielo. Tenemos que saber por qué los deja vu de mierda y más en ambos. ¿Has tenido algo últimamente?
—Visiones, pero son fugaces, ¿Tú?
—Espié varias veces a Gerard, y por eso supe que querían terminar con nosotros dos... La cuestión es porque. Ahora tenemos que salir de aquí, planeaba contarte todo aquí, pero parece que tienes déficit de atención
—Hablando de Gerard, ¿Es del tipo que mete a prostitutas cada fin de semana?—arqueó una ceja, como si comprobara lo que acababa de decir.
—Es del tipo que tiene embalsamada a su esposa en el clóset y folla con ella
—Vaya, creí que Regina era la única loca
—¿Y eso?
—Transtorno límite de la personalidad y problemas de ira excesivos
—Uf ¿Y tú llegaste a descubrir algo de ella?
—No demasiado, sólo que fue abusada a los 4 años por su padre, y a los 9 lo asesinó
—Vaya
—Ahora que estoy "muerta", ¿Qué sigue?
—Que envíes a tu saco de plumas a recolectar información
—Eso es muy cliché, y mi cuervo tiene nombre
—Era sarcasmo, imbécil
—Al parecer tienes bipolaridad
—Calla
—Callate tú
—Silencio, tenemos que salir de esta morgue
—Sigues sin explicarme el plan, genio
—Ya te expliqué lo primero, luego tú vas a reclutar a tus amiguitos
—No son amigos, sólo compañeros
—Claro...

En eso, de la nada me vendó los ojos, para luego jalarme del brazo y correr lejos de la morgue. Me subió a su motocicleta y condujo quién sabe hacia dónde.

Después de una hora de camino llegamos a un... ¿Bosque? Al parecer tenía un escondite muy bien escondido.
Había una palanca que tenía la forma de una rama en uno de los árboles. Después unas escaleras aparecieron a los pies del árbol, y los dos bajamos las escaleras.
Era un poco acogedor. Había animales disecados por todos lados, y manchas secas de sangre

—¿Esta casa es tuya?
—Le pertenecía a un psicópata joven que vivía con su hermana, me la entregó cuando se fue del país.

De repente sentí sus manos apretando fuertemente mis muñecas

—Oye qué mier-
—Shh

Me ató rápidamente a una silla y puso una cinta en mi boca

—Eres muy estresante, es mejor así—le lancé una mala mirada y me resigné.

Era verdad, algunas veces me distraía, aunque, supongo que siempre he sido así.

—Bien, ahora sí. Después de que todo se difunda, sólo voy a quedar yo, me tendrán como objetivo "principal", así que podrían bajar un poco la guardia. Ahí vas a entrar tú, prácticamente vas a hacer lo mismo que hiciste en Lacrimosa, pero lo harás en tu propia organización—de repente su mirada se tornó más seria y fría.

—Tienes que tener muy claro que esto requiere sacrificios, y no me importa si estás de acuerdo o no. Tienes que dejar a tus lindos amiguitos atrás, y si mueren no vas a salvarlos, aunque no creo que siendo parte de una organización de psicópatas, hayas caído tan bajo como para encariñarte. Eso no es lo nuestro, y deberías saberlo bien—Se acercó a mí para arrancarme la cinta de la boca sin aviso
—¡Auch, oye!
—Ups—eso sonó más falso que el silicón de Meretriz
—Seremos los únicos involucrados en esto, ¿Cierto?
—Tengo un conocido que nos va a ayudar
—¿Lo secuestraste?
—Sí, y nos va a servir mucho porque no es parte de ninguna organización.
—¿Es guapo?
—¿Eso es relevante?
—Mmmh... Supongo
—Es químico
—¿Nos va a hacer ibuprofeno y paracetamol si nos hacen daño?
—De hecho algo así, además nos puede ayudar a envenenar a unos cuantos
—¿Cómo se llama?
—Nicholas
—Uh, ¿Nin-
—No, ninguna organización sabe de él—sólo me limité a levantar un poco las cejas, porque lo admito, me sorprendió un poco que supiera lo que iba a decir
—Es lógico si su nombre es común.... Y ¿Ahora que sigue?
—Esperar a que se difunda, no tardará más de un día
—No, me refería a mientras, dejé mis cosas en Dante

Él sólo caminó hacia otra habitación, y regresó con unas dos maletas

—No quería que molestaras y la cagaras si ibas para allá
—¿Como mier-
—Saqué las llaves de tu bolsillo cuando te desmayamos y puse la excusa de que robaría lo importante... Robé todo

Sólo le lancé una mirada desconfiada y tomé las maletas

—Gracias

Un beso de M̶u̶e̶r̶t̶e̶ AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora